¿Por qué es necesario innovar en la horticultura de Almería? Esa ha sido la gran pregunta a la que han respondido cuatro de los principales protagonistas del sector agroalimentario almeriense. Una pregunta sencilla pero que tiene varias respuestas, todas ellas muy importantes y en las que, con algunos matices, todos coinciden.

Luis Miguel Fernández, gerente de Coexphal; Roberto García, director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar; José Luis Molina, presidente de Hispatec; y Diego Luis Valera, vicerrector de investigación de la Universidad de Almería, han dado su punto de vista ante este reto en el que la rentabilidad tanto para el agricultor como para el resto de eslabones de la cadena, como el reto de producir de una manera lo más sostenible posible, se han convertido en los grandes objetivos.

En paralelo hay más, como la necesidad de un mayor relevo generacional o generar mayor valor añadido a los productos, han sido otros de los aspectos en los que no se puede cesar de trabajar.

¿Y cómo se consigue? La implantación de las nuevas tecnologías es esencial para ello y, por supuesto, una coordinación exquisita de “la transferencia del conocimiento y que esta no llegue solo a los técnicos de campo”, como apuntaba Luis Miguel Fernández.

Lo bueno es que Almería en eso de innovación ya sabe algo, “y es que el modelo almeriense ya nació por la innovación”, explicaba Molina en este encuentro auspiciado por la Fundación Cajamar. En un análisis de la situación actual en la provincia es que básicamente ha nacido así. Durante estas décadas, los protagonistas destacaron la gran permeabilidad a nuevas innovaciones del campo, algo que sin duda es una enorme ventaja de cara a lo que tiene que venir.

“El futuro no puede pasar por producir todas las hortalizas posibles, porque el mercado no puede absorberlo todo. Hay que incorporar valor y mejorar la cuota de resultados del agricultor . Esto se trabaja aumentando la demanda también con otro tipo de productos donde nuestras hortalizas tengan peso, con la bioeconomía para generar valor a partirde lo que tirábamos y mejorar el medio ambiente, que puede llegar a ser un problema. Luego están la robotización y digitalización, algo que hay que abordar de manera conjunta”, entiende el director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar.

En este sentido, el presidente de Hispatec avisa que “en digitalización y como sistema productivo estamos aún en la adolescencia de lo que este sector puede dar de sí”.

“La agricultura de Almería ha sido capaz de garantizar la seguridad alimentaria de toda la Unión Europea, y creo que a nivel internacional el producto de Almería debería catalogarse como tal. Como salud”, manifestaba en la cita online de ayer Diego Luis Valera sobre esas herramientas que pueden dar solución a la baja rentabilidad entre las muchas que habría que articular en toda la cadena de valor, y que en este caso pasaría también por vender mejor el producto desde el punto de vista de la promoción. Es decir, que el consumidor de verdad conozca las ventajas para su salud de este tipo de productos.