Finanzas

La UE descarta investigar sobre el supuesto tomate saharaui etiquetado como marroquí

  • El europarlamentario Jordi Cañas, basándose en un informe de la ONG Mundubat y de Coag, interroga a la Comisión, que dice que la naturaleza del texto no puede dar lugar a una inspección

El informe denuncia el fraude en el etiquetado y trazabilidad de tomate del Sáhara Occidental como marroquí.

El informe denuncia el fraude en el etiquetado y trazabilidad de tomate del Sáhara Occidental como marroquí. / Diario de Almería

El pasado mes de junio, la ONG Mundubat y la organización agraria Coag presentaban el informe de investigación “Derechos Humanos y empresas transnacionales en el Sáhara Occidental: el caso del tomate”, en el que se detallaba cómo cinco grandes grupos empresariales, algunos participados por Mohamed VI y el propio ministro de Agricultura de Marruecos, explotan tierra fértil de los territorios ocupados del Sáhara Occidental para crear uno de los mayores centros de producción de tomate a nivel mundial. Entre otros aspectos, el informe incide en los incumplimientos en trazabilidad y etiquetado, pues según se expone en el documento, la producción saharaui acaba siendo empaquetada y etiquetada como marroquí. Días más tarde a la comunicación del estudio, el europarlamentario por Ciudadanos Jordi Cañas interrogaba a la Comisión Europea sobre el asunto, concretamente sobre si iba a abrir una investigación propia sobre la presunta práctica y cómo iba a garantizar la Comisión que Marruecos respeta el Acuerdo de Asociación UE-Marruecos y la Decisión del Consejo respecto a los productos agrícolas cultivados en el Sáhara Occidental. Pues este mes ha llegado la respuesta por parte del comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski: “La naturaleza del informe a que se refiere Su Señoría no puede dar lugar a una inspección de la UE”.

Marruecos es el que hace sus propios controles, porque según la CE: "ha ofrecido garantías satisfactorias"

Wojciechowski expone que los productos hortofrutícolas vendidos en la UE deben ajustarse a las normas de comercialización de la UE. Dicho esto, apunta a que en el caso de los productos originarios de fuera de la UE, los terceros países pueden realizar sus propios controles de acuerdo a una normativa específica europea, cuyo objetivo es garantizar que los controles se ajustan a las normas de la Unión o normas equivalentes. “Marruecos es uno de los nueve terceros países en los que el organismo de control ha ofrecido garantías satisfactorias en cuanto a personal, equipo e instalaciones necesarios para realizar controles con arreglo a los métodos equivalentes de los Estados miembros”. Si bien explica que uno de los artículos del reglamento comunitario prevé la posibilidad de excluir de la lista a autoridades de terceros países si se demuestra, en un número significativo de lotes o cantidades, que las mercancías no concuerdan con lo indicado en los certificados de conformidad expedidos por sus organismos de control, el comisario sentencia que el informe presentado por la ONG y Coag no puede dar lugar a inspección.

Sobre la garantía por parte de la Comisión de que Marruecos respeta el acuerdo de asociación y la decisión del Consejo, Wojciechowski, tras aclarar que las preferencias comerciales para los productos agrícolas originarios de Marruecos se ampliaron a los originarios del Sáhara Occidental y que estos reciben el mismo trato arancelario preferencial que el contemplado en el Acuerdo de Asociación entre la UE y Marruecos, concluye que la Comisión no tiene constancia de que el acuerdo pueda estar aplicándose de manera incompatible con sus disposiciones.

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