Después de la tormenta siempre viene la calma. Otra máxima más del sabio refranero español que, en este caso, se ajusta como anillo al dedo a lo que está ocurriendo con la agricultura del Bajo Andarax y sus necesidades hídricas.
En este sentido, las aguas van regresando a su cauce y, después de que la Comunidad de Usuarios de las Aguas Depuradas de la EDAR de Almería (CGUAL), obtuviera la concesión definitiva (para los próximos veinte años) para el uso de este recurso por parte de la Delegación Territorial de Medio Ambiente, a principios del pasado mes de agosto, esta semana está previsto que se lleven a cabo las primeras pruebas, así como las analíticas correspondientes para medir todos los parámetros de salubridad requeridos.
Así lo asegura el presidente de CGUAL y máximo representante de la Comunidad de Regantes Cuatro Vegas, José Antonio Pérez, que estima que el laboratorio tardará entre diez y doce días en tener los resultados de las analíticas, por lo que, según sus cálculos, será a primeros de septiembre cuando se pueda comenzar a distribuir, por fin, el agua depurada entre los agricultores de la comarca del Bajo Andarax.
De esta forma, se recuperará el uso de estas aguas depuradas después de que la Junta, a través de la Delegación Territorial de Medio Ambiente, retirara a CGUAL el 3 de marzo de 2017 la concesión provisional para usar el agua procedente de la depuradora de la capital (El Bobar) por no cumplir con los requisitos legales. Un año y medio después, regresa un recurso vital para la zona, que cultiva alrededor de 3.100 hectáreas de frutas y hortalizas bajo plástico, a través de sus 1.100 regantes.
Esta zona de producción de la provincia de Almería, perteneciente al término municipal de la capital, requiere unas necesidades hídricas de alrededor de 20 hectómetros cúbicos al año, según los cálculos del presidente de Cuatro Vegas.
Con la llegada de las aguas depuradas procedentes de la estación depuradora de El Bobar, se garantizan alrededor de 13 hectómetros cúbicos anuales. Esto supondrá que los acuíferos de la zona puedan recuperarse, después de este año y medio que no se han podido utilizar.
A estos 13 hectómetros cúbicos hay que sumar los 5,11 de agua desalada que le corresponden a CGUAL tras la firma del convenio, hace justo un año, entre el Ayuntamiento de Almería, la comunidad de usuarios y Acciona Agua Abengoa UTE, para que el Bajo Andarax tuviera recursos suficientes para sus regantes, tras perder las aguas regeneradas. Precisamente, este acuerdo está a punto de renovarse por otro año y está a falta de los últimos trámites. Una vez que concluya esta prórroga ya no se podrá ampliar más.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios