Finanzas

El agro almeriense se posiciona ante el auge marroquí y la tecnología holandesa

  • Expertos en invernaderos de los tres territorios exponen las ventajas competitivas que posee cada modelo y los desafíos a los que se enfrenta Almería, de la mano de Coexphal

Nieves García, experta en horticultura de invernaderos en la Universidad de Wageningen, habló sobre Holanda.

Nieves García, experta en horticultura de invernaderos en la Universidad de Wageningen, habló sobre Holanda. / Javier alonso

Holanda. Marruecos. Almería. Tres zonas de producción de frutas y hortalizas bajo plástico diferentes entre sí, pero todas ellas rentables, gracias a sus distintas ventajas competitivas. Así se puso ayer de manifiesto en la jornada 'Principales retos de la horticultura española de invernadero', organizada por Coexphal, en colaboración con Cajamar y Hortiespaña, que contó con la participación de numerosos expertos en cultivos hortofrutícolas intensivos, que pusieron sobre la mesa las principales características de cada modelo y las oportunidades y desafíos a los que se enfrenta el agro almeriense para garantizar su supervivencia a corto y medio plazo.

Moderado por el presidente del Ifapa, Jerónimo Pérez, se expusieron los tres sistemas productivos a cargo de Nieves García, especialista en Horticultura de Invernaderos de la Universidad de Wageningen, que habló de Holanda; Diego Luis Valera, director del centro de investigación Ciaimbital de la Universidad de Almería, que abordó los invernaderos marroquíes; y Juan Carlos Gázquez, coordinador Técnico y de Transferencia de la Estación Experimental Cajamar, que desgranó los cultivos bajo plástico almerienses.

Pérez Parra apuntó que esta jornada era una réplica de la que se llevó a cabo en Madrid el pasado 18 de abril, en la sede del Ministerio de Agricultura.

Jerónimo Pérez recordó que es importante "tomar perspectiva" para hacer frente al reto del incremento de la población mundial preservando los recursos naturales y apoyándose en las nuevas tecnologías y el big data. "El invernadero es el mejor sistema para responder de la forma más eficiente a los retos y necesidades del aumento poblacional por su resiliencia", concluyó el presidente del Ifapa.

Los factores de rentabilidad de los invernaderos almerienses se centran en la implicación en la explotación, la especialización en cultivo, unos invernaderos adecuados, mano de obra con experiencia, estabilidad laboral de los trabajadores y el control del gasto en insumos. Los retos a los que se enfrenta se centran en mejorar la productividad y la eficiencia en el uso de los recursos naturales, así como minimizar la huella ambiental, según los enumeró Juan Carlos Gázquez.

Además, Gázquez indicó puntos concretos, como una mejor ventilación, aumentar la radiación y reducir las humedades; reducir plagas y la temperatura; controladores de clima; incorporar materia orgánica y microorganismos para mejorar el suelo; poner en valor el invernadero de bajo nivel tecnológico; garantía de suministro de agua; fertirriego adecuado; mecanización y digitalización.

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