En la tarde del pasado lunes por la tarde, una repentina granizada sorprendía en la zona nijareña de El 21 y en Barranquete, y en Cabo de Gata de la capital, que mantuvo en vilo a unos agricultores que, durante poco más de 30 minutos, se temieron lo peor. Tras la tormenta, irrumpió un fuerte remolino. El balance: sin daños en estructuras de invernaderos, salvo alguno en el paraje Joya Cabezas, según apuntan desde Asaja Almería.
En cuanto a los cultivos, cabe destacar que se ha resentido algo el fruto a causa de esta esporádica tormenta, pero de manera muy residual, y debido a la acusada bajada de temperaturas que provocó la capa de hielo sobre las cubiertas. “Afortunadamente, los productores tienen los invernaderos muy preparados, con su doble techo, y no va a haber que arrancar nada”, explica Juan Anotnio Criado, delegado de Asaja en esta zona de la provincia. Climatológicamente, los últimos meses han sido “movidos”, con bastantes inclemencias metereológicas (episodios de granizo, inundaciones, tornados…) que han afectado de forma especial al Poniente Almeriense, que cabe recordar como tuvo un día de Reyes para olvidar con más de 200 hectáreas afectadas, y también a la comarca de Los Vélez durante el mes de mayo y agosto de 2018, causando daños en la cosecha de almendro en la zona.
Asaja Almería advierte de que la frecuencia y la intensidad de este tipo de fenómenos tal y como han podido comprobar requiere de una mayor concienciación hacia el aseguramiento, que sigue siendo una asignatura pendiente en la mayor parte de las producciones agrarias en la provincia.
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