Perfil de famoso

Omar Hernández: el restaurador dueño de las noches neoyorquinas

  • El venezolano es propietario de dos de los restaurantes más 'cool' de la Gran Manzana y vive totalmente enamorado de Mallorca

Omar Hernández durante un evento. /HELEN CUMMINS

Omar Hernández durante un evento. /HELEN CUMMINS

Nació y creció en Venezuela (aunque hace ya muchos años que no vive en el país), es un apasionado del entretenimiento, de las fiestas y de los grandes eventos.  Hijo de militar y actriz, estudió ingeniería eléctrica y se especializó en Satélites por la Universidad de Montreal pero se dio cuenta que su verdadera vocación era la hospitalidad y la de trabajar como el mejor anfitrión del universo.

¿Cómo lo descubrió? Cuando el millonario André Balazs se cruzó en su camino. 

Su mejor amiga, la modelo venezolana Patricia Velázquez, lo invitó a una fiesta que había organizado la dueña de su agencia. El puesto le pertenecía nada más y nada menos que a que Katie Ford, heredera de Ford Models,  y entonces esposa del empresario hostelero André Balazs.

A Balazs, Omar no le pasó inadvertido, y después de moverse un poco por la fiesta le sentenció firmemente: “Estás en el negocio equivocado. Deberías dedicarte a la industria hostelera", le espetó. Y le dio su número de teléfono. "Si te animas, llámame". Así lo contó el propio Hernández a Vanity Fair en una entrevista.

Le costó decidirse, pero pasados unos meses llamó a André y con sus 22 años se unió codo a codo con el millonario con quién pasaría una década trabajando hasta que comenzó a fundar su propio camino.

Lo que está claro es que el venezolano parece que tiene una varita mágica y todo lo que toca lo vuelve popular

Así lo hizo con su establecimiento Omar’s La Ranita. Este local fue inaugurado hace cinco años en Manhattan, detrás de él llegó Vancluse, que se encuentra situado en el Upper East Side. Lugares claves y elitistas para tejer una gran red de contactos. 

Tal era la popularidad de los locales que grandes figuras de la monarquía como Alberto de Mónaco o la Reina Silvia de Suecia lo utilizaron para celebrar cumpleaños y eventos multitudinarios. 

Marta Sánchez cantó allí en una cena con sus amigas “Colgando en tus manos”, Al Pacino celebró el año nuevo o incluso Spike Lee le cantó en este lugar cumpleaños feliz a Harry Belafonte. La verdad es que cada ejemplo se supera con respecto al anterior.

Conocido como el gran rey de la noche neoyorquina. Con un máster en lujo extremo, el venezolano parece establecerse como el anfitrión ideal para las reuniones de grandes celebridades, y es que no ha dejado de codearse con personalidades de lo más famosas y variopintas. 

El empresario posee una mezcla entre lo bohemio y lo elegante, una fusión que le permite llevar a cabo una dirección perfecta de sus clubs y convertirlos en auténticos lugares de moda.

El secreto de Omar para su éxito es regalar felicidad, acoger a la gente con una inmensa y cálida sonrisa para así poder establecer lazos y dejar a la clientela lo más contenta posible. 

Justifica el afecto que se le profesa a través de una premisa sencilla; “trata a los clientes como si fueran tus amigos y acabarás construyendo una gran comunidad y una gran familia. Trabajo para que la gente sea feliz”. Así lo confesaba en una entrevista que realizó hace tres años al medio Última Hora.

Considera la noche como una auténtica obra de arte y apuesta firmemente por el hecho de que si no hubiese personas que moviesen hilos para gestionarla, toda la magia que sucede en ella no existiría. Para Omar hay que superar todas las expectativas imaginables que el ocio nocturno pueda darte. 

Imagen de uno de los restaurantes de Omar Hernández. /HELEN CUMMINS Imagen de uno de los restaurantes de Omar Hernández. /HELEN CUMMINS

Imagen de uno de los restaurantes de Omar Hernández. /HELEN CUMMINS

Adora a las personas y habla de sí mismo como un auténtico creador de experiencias. Conseguir que la gente conecte es su objetivo principal.

Para Omar, cada noche es una puesta en escena, una ocasión para crear alegría y pasarlo bien. Tras la cuarentena, el quijotesco empresario cree que la humanidad tiene sed de disfrutar y necesita que haya una fusión real entre las personas, algo auténtico. Esa es su gran finalidad.

Ahora está estudiando cómo puede hacer crecer su local como concepto y expandir a otras ciudades.

 

Mallorca, la isla que le robó el corazón

Lo confiesa sin ningún tipo de pudor, para el restaurador latino Omar Hernández, Mallorca es un lugar del que se encuentra profundamente enamorado. No sabe el motivo exacto pero es así. El paisaje, la magia de la Tramuntana. Le evocan recuerdos de su propia infancia. 

Desde hace varios años, hay una fecha en el calendario que está marcada a fuego en la isla, la celebración por todo lo alto del cumpleaños del empresario. 

Y es que, desde el año 2013, Omar no deja de volver a su destino soñado. Como un marinero que regresa a su puerto, él disfruta al máximo de la celebración de este gran evento acompañado de personajes de gran renombre dentro de nuestro elenco popular nacional. 

Omar Hernández con Ágatha Ruiz de la Prada. /ESTEBAN MERCER Omar Hernández con Ágatha Ruiz de la Prada. /ESTEBAN MERCER

Omar Hernández con Ágatha Ruiz de la Prada. /ESTEBAN MERCER

Todo comienza cuando hace ya 8 años, el venezolano comentaba con su amiga Cristina Macaya que estaba harto de visitar lugares como Mykonos o Saint Tropez y que necesitaba algo distinto. Con las mismas se decidió y en tan solo una semana se plantó en la isla balear sin ningún tipo de miramiento. 

Allí se alojó en la gran mansión de Es Canyar de la madre de Cristina donde con una gran comilona celebró su nacimiento. Atrapado por la personalidad de su anfitriona, quedó tan encantado que lo tomó como destino preferente para sus posteriores cumpleaños y aún no ha fallado a la promesa. 

A sus fiestas acuden diferentes personalidades como Simoneta Gómez-Acebo hasta Ágatha Ruiz de la Prada pasando por el magnate inmobiliario Christian Völkers, los dueños del grupo Melià, Sebastián Escarrer y su esposa, o la baronesa Tita Thyssen.

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