Pasarela

River Viiperi, el chico que se mira en el espejo

  • El modelo ibicenco es uno de los profesionales españoles más demandados en el mundo de la moda

El modelo River Viiperi

El modelo River Viiperi / EFE

Se lo siguen disputando las grandes firmas. River Viiperi, nacido en Ibiza, vuelve a España tras una ausencia de 10 años. No sólo ha vuelto para conquistar las pasarelas españolas, también en ha influido en su regreso la relación que mantiene con la modelo y popular influencer Jessica Goicoechea.

–¿Qué significa para usted ser embajador de la marca Cîroc?–Al ser una marca tan reconocida a nivel mundial tengo algo de presión, pero es un halago que hayan querido contar conmigo y la verdad es que estoy bastante ilusionado por tomar este viaje con ellos. Van a ser casi dos años juntos y me hace mucha ilusión ver también que os tenemos preparado para esta aventura.

–¿Qué planes de futuro tiene?–Me gustaría ser padre, no sé si dentro de poco o no, yo siempre decía que a los 28, que me quedan dos años para llegar. Pero igual antes de los 30, 32 sí que me gustaría tener hijos, para verlos crecer, disfrutar con ellos, ser un padre joven, porque mis padres sí que eran un pelín mayores y eché en falta el apoyo padre-amigo.

–Y la moda...–Aparte de lo personal, voy a lanzar una marca de ropa y tengo varios proyectos que estoy deseando contar. Tengo un plan de futuro de una persona normal, quiereo formar una familia y ser feliz, que ya sabemos que es lo más difícil. Hay que buscar la felicidad.

–¿Con que diseñador o marca ha soñado desfilar desde que es modelo? –Siempre me ha encantado Yves Saint Laurent, me dolió en el alma cuando quitaron Yves, pero siempre ha sido una marca a la que he tenido mucho cariño. Ha sido una de mis favoritas y como sé que sería un reto imposible porque siempre quieren a gente un poco más delgadita, un poco más andrógina, igual por eso todavía tengo más ganas de intentarlo.

–Su madre es modelo ¿qué consejos le dio antes de entrar en este mundillo?–El mejor consejo que me dio fue que me mirara cinco minutos en el espejo después de cada ducha y, por muy flipado que penséis que soy (risas), la verdad que me ayudó mucho por el simple hecho de aprender a mover la cara, las expresiones… saber cómo estás cuando tienes una cámara delante. Truquitos pequeños pero que funcionan.

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