Pasarela

Los desamores de las folclóricas

Boda de Marifé de Triana con su gran y único amor, José María Alonso Calvo.

Boda de Marifé de Triana con su gran y único amor, José María Alonso Calvo.

De Pastora Imperio a Isabel Pantoja, a la que algunos llaman “la última folclórica”. A lo largo de los dos últimos siglos, las revistas del corazón se han nutrido de las vidas sentimentales de las folclóricas españolas, fuente inagotable de romances, parejas, bodas, separaciones y escándalos varios. Ya lo contó Concha Velasco; cuando ella dijo aquello de “mamá, quiero ser artista”, su familia por poco se viene abajo porque la vida de una folclórica fue equiparable durante mucho tiempo a la de una prostituta. Actualmente parece exagerado, pero hablamos de antes y durante la dictadura franquista.

Boda de Pastora Imperio y ‘El Gallo’ el 21 de febrero de 1911. Boda de Pastora Imperio y ‘El Gallo’ el 21 de febrero de 1911.

Boda de Pastora Imperio y ‘El Gallo’ el 21 de febrero de 1911.

Empezando por Pastora Imperio, quien disfrutó una vida intensa, de las penurias a la gloria. Rompedora, valiente, orgullosa y pionera, Pastora tuvo un único marido: el torero sevillano, Rafael El Gallo, pero muchos amores. Su matrimonio imposible acabó en divorcio, aunque nunca desvelaron las causas de la ruptura. Tras su separación del diestro, siete años después, entre teatro y teatro, y tras darle calabazas –dicen– el mismísimo rey Alfonso XIII , bebió los vientos por su primo y amigo, Fernando de Borbón, duque de Dúrcal, con quien tuvo a su única hija, Rosario Vega, abuela de la actriz Pastora Vega.

No es que tuvieran más novios que otras, es que las folclóricas eran mujeres libres económicamente, no supeditadas al yugo del matrimonio, por lo que casarse, divorciarse e incluso volverse a casar les permitía huir de la mojigatería y la represión que sufrían las mujeres de la época.

Concha Piquer y su esposo, el torero Antonio Márquez ‘El Belmonte rubio’. Concha Piquer y su esposo, el torero Antonio Márquez ‘El Belmonte rubio’.

Concha Piquer y su esposo, el torero Antonio Márquez ‘El Belmonte rubio’.

Hasta la gran Concha Piquer –madre de la recientemente fallecida Concha Márquez Piquer, divorciada de Curro Romero en 1982– tuvo sus idilios previos al matrimonio y protagonizó su propio culebrón. A pesar de estar casado y con tres hijas, el torero Antonio Márquez El Belmonte rubio se quedó prendado de la Piquer y acabó consiguiendo el divorcio en la II República –el franquismo luego lo prohibió– para casarse con ella en 1942. Hasta la fecha de la boda es un misterio. Aquello fue todo un escándalo, ya que la Iglesia no reconoció su enlace y el nacimiento de su hija Conchita, en 1943, no fue registrado ya que, de haberse hecho, Concha Piquer hubiera figurado como madre soltera. De ahí que Conchita dijera en numerosas ocasiones que había nacido en Buenos Aires.

Imperio Argentina y su primer marido, el director de cine Florián Rey. Imperio Argentina y su primer marido, el director de cine Florián Rey.

Imperio Argentina y su primer marido, el director de cine Florián Rey.

Musa del franquismo –y de Hitler– aunque criticada por la Iglesia, Imperio Argentina se casó por lo civil con el director de cine Florián Rey, aunque su matrimonio fue breve. Con Ramón Baíllo Pérez-Cabellos, conde de las Cabezuelas, sí pasó por la vicaría aunque posteriormente se separaron. De 1939 a 1941 tuvo una relación sentimental con el actor Rafael Rivelles. La muerte de sus dos hijos, Florián –que se suicidó– y Magdalena –que le dio cinco nietos– la sumió en una profunda tristeza.

Nati Mistral con su marido, Joaquín Vila Puig. Nati Mistral con su marido, Joaquín Vila Puig.

Nati Mistral con su marido, Joaquín Vila Puig.

Tampoco fueron afortunadas en el amor Estrellita Castro (cuando por fin encontró la estabilidad junto a Demetrio Corbi, éste murió, pocos meses antes que ella), ni Antoñita Colomé, cuyo primer matrimonio fue una chiquillada que duró menos que canta un gallo, y su segundo marido la hizo sufrir mucho, aunque le dio una hija.

Menos boyantes fueron las vidas sentimentales de Juanita Reina y Nati Mistral. La primera se casó con el bailaor gaditano Federico Casado, conocido artísticamente como Caracolillo, a quien conoció muy joven pues bailaba en su cuadro flamenco. Mistral, centrada en su carrera, se casó con Joaquín Vila Puig, quien murió en 1995, y estuvo a punto de hacerlo con el actor Tony Leblanc, de quien luego echaba pestes por “absorbente y vulgar”.

Boda de Juanita Reina con el bailaor gaditano Federico Casado 'Caracolillo'. Boda de Juanita Reina con el bailaor gaditano Federico Casado 'Caracolillo'.

Boda de Juanita Reina con el bailaor gaditano Federico Casado 'Caracolillo'.

La tragedia, sin embargo, se cebó sobre todo con Paquita Rico, cuyo primer marido, el torero Juan Ordoñez, se suicidó debido a una depresión al sentirse fracasado en su trabajo y apartado por el fulgurante éxito de su mujer. Años después la artista volvió a casarse con Guillermo Arocha.

Entre las pocas que tuvo un matrimonio feliz está Marifé de Triana, quien estuvo 45 años casada –hasta que él falleció– con José María Alonso Calvo.

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