A salvo de los fotógrafos, Rafa Nadal y Mery Perelló tuvieron el enlace discreto y romántico que querían el pasado sábado, en el que, como en toda boda que se precie, no faltaron anécdotas, algunas sorprendentes. La fiesta arrancó a las siete de la tarde y concluyó a primeras horas de la mañana del domingo. Los Reyes fueron los primeros en ausentarse, no sin antes hablar con numerosos invitados de lo orgullosos que estaban de su nieta Leonor, quien ese día debutaba en los Premios Princesa de Asturias. A Don Juan Carlos, según dicen, lo que más le gustó del menú fue la tostada de sobrasada del chef Santi Taura.

Julian Fontalvo, en su espectáculo 'El imitador'.

El único artista que actuó en el baile fue el imitador Julián Fontalvo. El actor-cantante colombiano se caracteriza por ser capaz de imitar con su voz cualquier mito de la música; de hecho a los invitados de Rafa y Mery les dejó boquiabiertos con una selección de 25 minutos de su espectáculo El imitador. Interpretó La vie en rose de Edith Piaf y algunos de los temas más conocidos de Freddie Mercury.

Carolina Cerezuela, con Carlos Moyá, antes de llegar al convite.

En la pista de baile reinó el reggaettón y los novios obsequiaron a sus invitados con un kit anti-resaca. De las últimas en cerrar la diversión fue Carolina Cerezuela, con los zapatos en la mano pues a esas horas sobraban ya los tacones.