La familia real, tras la muerte del duque de Edimburgo

Isabel II vuelve a sonreír

  • La reina regresa al 'Royal Windsor Horse Show', un concurso de hípica al que acude desde el año 1943, aunque tuvo que faltar el año pasado por la pandemia

Isabel de Inglaterra sonríe mientras presencia una competición de hípica en Windsor.

Isabel de Inglaterra sonríe mientras presencia una competición de hípica en Windsor. / Getty

El luto se lleva por dentro, y a buen seguro Isabel II echa muchísimo de menos al que fue su compañero de vida, el duque de Edimburgo, durante los últimos 73 años. Pero la vida sigue y qué mejor forma de recuperar fuerzas que asistiendo a uno de sus eventos públicos favoritos del año: el Royal Windsor Horse Show. Que la reina de los británicos tiene en la hípica su gran afición, y a los caballos grandes aliados, a nadie se le escapa en Reino Unido. De ahí que la soberana, a pesar de haber perdido a su marido el pasado 9 de abril, haya decidido seguir adelante con su agenda oficial y dejarse ver en uno de los concursos ecuestres con más tradición en su país.

Isabel II presencia la competición desde el palco real. Isabel II presencia la competición desde el palco real.

Isabel II presencia la competición desde el palco real. / Getty

El evento se celebra en los espectaculares aledaños del castillo de Windsor, residencia oficial de la monarca desde que comenzó la pandemia. La revista especializada Horse & Hound informa que hay más de 17.000 animales inscritos para participar en el certamen, incluyendo 22 caballos propiedad de Isabel II. La reina es, de hecho, una de las mejores criadoras de caballos de Inglaterra.

La reina Isabel, conduciendo su propio coche en Windsor. La reina Isabel, conduciendo su propio coche en Windsor.

La reina Isabel, conduciendo su propio coche en Windsor. / Gtres

Además de recuperar la sonrisa, la reina ha hecho gala de jovialidad a sus 95 años de edad al acudir uno de los días conduciendo su propio Range Rover. También ha montado en su propio caballo.

El año pasado, por cierto, la soberana no pudo asistir al evento por el coronavirus. Era la primera vez que faltaba en 78 años, fiel a a la tradición desde el año 1943.

Isabel de Inglaterra, todo sonrisas en compañía de Lady Penny. Isabel de Inglaterra, todo sonrisas en compañía de Lady Penny.

Isabel de Inglaterra, todo sonrisas en compañía de Lady Penny. / Getty

Isabel II tiene en su nuera favorita, Sofía de Wessex –esposa de su hijo pequeño, Eduardo– y en la condesa de Mountbatten, la famosa Lady Penny que tan amiga fue de Felipe de Edimburgo hasta sus últimos días, sus acompañantes perfectas para las largas jornadas en el palco instalado frente al terreno en el que se celebran las diferentes modalidades de competición. El programa incluye un acto llamado 'Tardes de champán', en el que los ilustres invitados degustan una copa de espumoso mientras transcurre la programación a partir de las cuatro de la tarde.

La condesa de Wessex, a su llegada al 'Royal Windsor Horse'. La condesa de Wessex, a su llegada al 'Royal Windsor Horse'.

La condesa de Wessex, a su llegada al 'Royal Windsor Horse'. / Getty

La condesa de Wessex tampoco suele faltar a la cita, y más si, como en esta ocasión, participa su hija, Lady Louise Mountbatten, de 19 años. Se da la circunstancia de que en esta edición, la joven –dicen en los corrillos de la alta sociedad británica la nieta preferida del duque de Edimburgoconcursa con el último carruaje que adquirió su abuelo, Balmoral Nevis and Notlaw Storm, un vehículo verde oscuro tirado por dos ponis que le ha dejado en herencia.

Lady Louise es la única representante de la familia real británica que compite, y lo hace defendiendo el puesto de subcampeona junior que obtuvo en 2019 en el certamen de la British Driving Society, que forma parte de este evento. El propio consorte estuvo presente como espectador aquella vez. Fue su primera aparición pública tras haber sido operado de la cadera. Al parecer, la hija de los condes de Wessex compartía más aficiones con su abuelo que ninguno de sus nietos. De ahí que la muchacha haya heredado unos de sus bienes más preciados.

Lady Louise, con el carruaje que ha heredado de su abuelo, Felipe de Edimburgo. Lady Louise, con el carruaje que ha heredado de su abuelo, Felipe de Edimburgo.

Lady Louise, con el carruaje que ha heredado de su abuelo, Felipe de Edimburgo. / Getty

El carruaje en cuestión lo comenzó a usar el duque de Edimburgo a los 91 años para pasear por Windsor y otras residencias de la Corona. Está hecho de aluminio y acero y fue construido bajo ciertas especificaciones impuestas por la casa real, basándose en el conocimiento de la Federación Ecuestre Internacional (FEI).

Pero la conducción de carruajes es una de las tantas aficiones que Lady Louise compartía con su abuelo. Siguiendo con el tema ecuestre, al igual que el duque de Edimburgo, la joven es una gran apasionada por la hípica. Mientras que el fallecido príncipe Felipe compitió en polo de forma profesional en la década de los 40, antes de casarse con Isabel II, la hija de los condes de Wessex se ha convertido en una consumada jinete.

Louise también compartió con su abuelo el gusto por la moda. En los últimos años, ya convertida en una adolescente, la nieta de Isabel II ha ido forjando su estilo y ha pasado de unos looks más aniñados a otros más sofisticados.

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