F. SASTRE: DIRECTOR GENERAL DE LA COOPERATIVA AGROQUIVIR

“Entrar en los mercados de Asia nos ha costado tres años de duro trabajo”

  • Superaron la crisis de las políticas del algodón del año 2000 apostando por los forrajes deshidratados y cultivando alfalfa, un producto que era nuevo en la zona.

La Sociedad Cooperativa Andaluza Agroquivir se formó en el año 2000 -a partir de cuatro cooperativas de primer grado (La Campiña de Lebrija, Agreca, El Monte Adriano y San Isidro- Maribañez). Agroquivir está formada por 800 socios de los municipios de Lebrija, Las Cabezas de San Juan, Utrera, Los Palacios y Villafranca que cultivan un total de 12.395 hectáreas, de las que 2.800 pertenecen a la alfalfa. Su especialidad es precisamente la alfalfa deshidratada aunque también cultivan productos novedosos en estas tierras como el ray-grass o el pasto de Sudán. Otra apuesta de los agricultores de esta cooperativa son los almendros, que según dice Fernando Sastre, están dando "altísima rentabilidad".

-¿Agroquivir es actualmente la empresa líder en Andalucía en la producción de alfalfa deshidratada. ¿Cómo han llegado a apostar por este producto por encima de otros tradicionales en Andalucía?

-La apuesta por este cultivo fue consecuencia de los resultados obtenidos de un profundo estudio de viabilidad del cultivo en nuestra zona (actualmente la alfalfa aporta unos ingresos netos al agricultor de 1.500-2.000 euros por hectárea, con una producción media de 18-20 toneladas por hectárea). A principios del 2000 había una gran incertidumbre con respecto a la rentabilidad de los cultivos de la zona, como consecuencia de la nueva política agraria. Por este motivo decidimos innovar instalado una deshidratadora de forrajes y el cultivo de la alfalfa con aprovechamiento industrial, que por entonces era completamente nuevo en la zona del Bajo Guadalquivir.

-A Agroquivir se la considera un ejemplo, en cuanto que supo atravesar la crisis de la OCM del algodón para reconvertirse en pionera de cultivos nuevos y con gran aceptación de mercado. ¿Cómo ha sido esta transformación?

-Nunca es fácil innovar o introducir un nuevo cultivo en una zona determinada donde no se conoce. El espíritu de Agroquivir S.C. A. siempre ha sido el de vender nuestros productos a nuestro cliente final, dándole así más valor añadido a nuestro agricultor y mejor servicio a nuestro cliente. Por ello no sólo nos encontramos con dificultades en la producción en campo, sino que también tuvimos que crear un canal de comercialización de nuestros productos. Por supuesto, cuando se innova se pasa por dificultades al principio pero hoy día Agroquivir ya es una empresa con una estrecha relación con sus clientes. Goza de su confianza, además de tener un profundo conocimiento en el cultivo de la alfalfa y otras forrajeras.

-Exportan sus productos a Oriente Próximo y a Asia. ¿Cómo se han abierto paso en estos mercados?

-La mejor forma de abrirte paso y de establecer una estrecha relación comercial con clientes de otros países es apostar por la calidad. No voy a negar que es un trabajo a largo plazo: introducir nuestros productos en Asia nos costó tres años de duro trabajo. Al igual que en el mercado nacional, cada año la imagen de Agroquivir en el exterior se va fortaleciendo más y más, lo que nos permite incrementar nuestros clientes de exportación.

-Otros de sus productos son el ray grass o el pasto de Sudán. ¿Qué características tienen y qué futuro?

-En los últimos años hemos introducido nuevos cultivos con idea de abastecer más mercados, o de satisfacer o completar así las necesidades de nuestros clientes, dando a su vez una mayor posibilidad de cultivos rentables a nuestros agricultores. El ray grass y el pasto del Sudán tienen unas excelentes características organolépticas para el ganado por su palatabilidad y analítica. Complementando esta oferta forrajera también hemos crecido exponencialmente en la producción de ensilado de maíz, pudiendo ofrecer así los dos principales ingredientes de la alimentación del ganado vacuno lechero, el ensilado de maíz y la alfalfa. No menos importante es el establecimiento del cultivo del almendro en el Bajo Guadalquivir, Agroquivir cuenta ya con 400 hectáreas de cultivo intensivo que arrojan unas producciones de hasta 2.200 kilos por hectárea, con una altísima rentabilidad para el agricultor.

-La cooperativa lleva años contando con la colaboración del Ifapa y ahora han firmado un nuevo convenio para el desarrollo de nuevos cultivos forrajeros. ¿Cuáles, en concreto?

-Sí, es cierto. Agroquivir siempre ha apostado por la investigación que nos permita mejorar las técnicas de cultivo y la calidad de nuestros productos. El nuevo convenio de investigación se ha focalizado en estos aspectos para los productos forrajeros. Se van a realizar ensayos de manejo de cultivos de alfalfa (se va a investigar que variedad se adapta mejor a nuestra zona productiva), ray grass, pasto del Sudán, zulla y maíz para ensilado. La calidad del los productos forrajeros es fundamental para cualquier ganadero y gracias a este proyecto de colaboración también vamos a conocer qué variedades proporcionan mayor calidad al producto terminado. Los resultados de estos ensayos van a ser totalmente pioneros en el sector del forraje y no cabe duda que el Ifapa ha contribuido en gran medida al desarrollo del cultivo de la alfalfa en nuestra zona. Estoy seguro que con este convenio se van a introducir otros cultivos forrajeros que hasta ahora no se han cultivado en la zona.

-¿Qué instrumentos demanda una cooperativa como Agroquivir de la Administración para poder desarrollar su trabajo? ¿Se sienten suficientemente apoyados?

-Es fundamental que existan proyectos de investigación como el mencionado anteriormente. No olvidemos que en la actualidad competimos directamente con otros productores mundiales, por lo que nos vemos obligados a producir con unos estándares de altísima calidad con precios muy competitivos, el conocimiento de nuevas técnicas de cultivos (también estamos realizando investigación en cultivos como el almendro o el olivar, gracias al Ifapa) o el apoyo en la comercialización es fundamental para una empresa como la nuestra, con una gran masa social a nuestras espaldas.

-¿Cuáles son los principales retos de producción y comerciales a los que se enfrentan en este momento?

-Es fundamental que nuestros agricultores tengan varias alternativas rentables de cultivo en la zona y también es fundamental que seamos capaces de dotar al agricultor de los servicios necesarios para la producción de sus cosechas, que den lugar a productos de alta calidad y con valor añadido para nuestros clientes. Con respecto al tema comercial, debemos seguir apostando por la calidad a un precio competitivo.

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