Innovación Empleo

Artesanía, un motor económico, testigo de la historia de la provincia

  • Almería cuenta con varios municipios que han crecido al calor de este sector, con Níjar a la cabeza · Andalucía, la primera región en talleres, que emplean a 10.000 personas

Hablar de artesanía en Almería es hablar de Níjar. Gran parte de su historia está ligada a la de esta actividad económica, en la que se mezclan tradición, arte y empresa familiar. Su ubicación natural es la Calle las Eras, donde se asientan las alfarerías que siguen funcionando en Níjar. Nada más empezar esta avenida hay alfares que trabajan en sus talleres artesanos, que además permiten contemplar la fabricación de piezas, sobre todo, a grupos de alumnos. Las vasijas de Los Millares o el Argar son un ejemplo de la antigüedad de la cerámica almeriense, y aún en la actualidad siete municipios almerienses suman 23 talleres en activo, de los cuales media docena está en Níjar.

El auge de los alfares en Níjar está vinculado, además de a las necesidades tradicionales, a la demanda de recipientes para el transporte y almacenamiento de agua de una comarca sin apenas manaderos, donde había que buscarla a distancia del domicilio y almacenarla en recipientes.

Hoy en día la producción es básicamente ornamental y turística, con predominio de los típicos recipientes vidriados de Níjar, producidos mediante la técnica del 'chinado', consistente en gotear óxidos azulados que se difunden o desparraman por superficies y bordes. Estos colores azulados y verdosos distinguen visualmente la cerámica nijareña. Otro rasgo tradicional es el descamado que se produce en los puntos de contacto, normalmente tres, con otros recipientes durante el proceso de cocción. Este rasgo hace que mucha gente rechace la pieza al pensar que está defectuosa.

Puede verse también la fabricación de la tradicional jarapa. La escasez de recursos de las clases populares obligaba a las familias a reutilizar la ropa raída y ya desgastada mediante su corte en tirajos, que luego se iban uniendo para formar una larga tira. Esta tira se liaba en ovillos y cuando había suficiente se llevaba al telar para tejerla en jarapas, utilizadas básicamente como ropa de cama. Actualmente los telares se nutren de restos de tejidos e hilaturas procedentes de la industria textil y la mayoría de las jarapas en venta se producen de forma industrial, generalmente en Murcia.

Sobre el esparto, como con otros productos artesanales de uso cotidiano, en la cultura del Argar se han encontrado restos de variedad de útiles de esparto tales como cordelería, suelas o esteras. Hasta mediados del siglo XX su uso en el ámbito rural abarcaba a la casi totalidad de los recipientes de sólidos y de grano, además de la cordelería, aparejos de labranza y de tiro.

La abundancia de esta planta en Níjar y el turismo han hecho que la elaboración y venta de estos útiles tradicionales perdure en la actualidad, aunque no hay talleres dedicados a tal efecto, siendo pastores y jubilados quienes los elaboran normalmente. Antes era una tarea habitual en cada familia, siendo necesario cogerlo, machacarlo, macerarlo y trenzarlo de diversas formas según el útil a elaborar.

Además de Níjar, la provincia cuenta con otros municipios donde se desarrolla esta actividad artesanal: Aguadulce, Albox, Roquetas de Mar, Almería capital, Carboneras, El Ejido, Sorbas o Tíjola.

Muchos de los artesanos se encuentran protegidos bajo el paraguas de alguna organización o asociación. Entre las más conocidas está el Consejo Artesanal de Asempal, que inició su actividad en 1985 y que cuenta con bisutería, alfarería, joyería, cerámica, estuco, sastrería o escultura.

También trabaja en la provincia la Asociación Profesional de Artesanos de Almería (Apadal), perteneciente a la Federación de Artesanos de Andalucía (Fada), una organización empresarial de carácter no lucrativo, que se creó en enero de 1999 bajo el nombre de Federación de Artesanos del Medio Rural de Andalucía (FAMRA).

Andalucía es una de las Comunidades Autónomas españolas con mayor riqueza en cantidad y calidad de talleres artesanos. Precisamente, la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte lleva desde 2007 trabajando en el primer Plan de Fomento de la Artesanía, cuya vigencia culmina en 2010.

En sus tres primeros años de vida, el programa ha otorgado ayuda a más de 800 empresas en el territorio regional por un importe de casi 7,5 millones de euros.

Andalucía tiene la cuarta parte de los talleres artesanales y es la primera comunidad autónoma de España en número de ellos, con un total de 2.800, que dan empleo a 10.000 personas.

Este Plan de Fomento ha servido para elaborar un estudio que para un mejor conocimiento del sector y una orientación adecuada de las medidas a desarrollar, se ha llevado a cabo un diagnóstico en el que se detecta que las empresas de artesanía de nuestra comunidad autónoma requieren una rápida y continua adaptación a las nuevas exigencias que el mercado impone, con el fin de facilitar su articulación al ritmo económico y empresarial actual, potenciar la capacidad competitiva de lamayor parte de las actividades artesanas presentes en la región y posibilitar la supervivencia de determinados oficios artesanos.

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