Innovación Empleo

Un oasis de productos de Almería en 'Hoyo 19' Alborán Golf

  • El empresario Javier Martínez abrió su nuevo establecimiento en el 'green' de El Toyo hace un año y medio · Ofrece una "cocina de recuerdos" con materias primas de primera calidad, totalmente asequible y no hace falta ser socio del campo

Todo un descubrimiento. El Chiringuito 'Hoyo 19' en Alborán Golf, El Toyo, es un oasis relajante que empieza a ser conocido por los almerienses gracias al 'boca a boca'. El gerente, Javier Martínez, huye de la fastuosidad y el marketing y se limita a hacer lo que mejor sabe, gestionar un establecimiento en el que "todos puedan comer lo mejor de los productos almerienses a un precio económico". No son meras palabras. La misma docena de gamba roja que se puede degustar en otros negocios pagando tres cifras, cuesta aquí la módica cantidad de 23 euros. Y no hay truco. "Me da rabia que cuando una persona sale a disfrutar le roben. ¿Por qué un almeriense no puede comer lo mejor de la provincia sin terminar el día con los bolsillos vacíos? Yo lo hago aquí. Pueden venir y probar. No hay que tenerle miedo a los campos de golf".

Su filosofía empresarial es totalmente coherente con sus acciones. La mayor parte de los productos con los que trabaja en su restaurante son autóctonos. La empresa Del barco a la mesa le suministra todo el pescado y marisco "directamente desde la lonja", frutas y verduras proceden de los invernaderos de la zona, los huevos "de granja" llegan desde una explotación cercana, el cordero es de Sierra de Los Filabres... todo se cuida con mimo para regalar al comensal una experiencia gastronómica que se vuelve única por el entorno que le rodea.

"Un día pasé con el coche por esta calle y de pronto me fijé en el chiringuito. Me enamoré. Quería hacer justo esto que hay ahora y en solo unos minutos convencí al anterior propietario de que me lo vendiera". De eso hace poco más de año y medio. A lo largo de todo este tiempo ha ido construyendo y moldeando cada detalle a su gusto. La estructura principal, de madera, alberga un pequeño restaurante ideal para los meses más fríos. Fuera los clientes pueden disfrutar de las vistas al green y la vegetación de la zona, con la playa de El Toyo al fondo.

"Busco que la gente se relaje, que se diviertan y se olviden de los problemas cotidianos. El ocio es para eso y yo lo que ofrezco es un paraíso a la mano de todos". La creencia de que un campo de golf es un espacio elitista solo para socios queda descartada en este caso. Cualquier persona puede acceder libremente al chiringuito a cualquier hora del día. Las instalaciones abren a las 8:00 horas de la mañana para dar servicio de desayunos completos con zumo, café y tostada por solo 3 euros. En el almuerzo a las raciones o platos de carta se suma un menú diario que no sobrepasa los 15 euros. El café de media tarde o el cóctel se sirven en la zona chill-out, una carpa situada junto al chiringuito y perteneciente a Grupo Gaby, la empresa de su hermano Gabriel Martínez. La cena a la luz de la luna "es todo un espectáculo" y la jornada se puede extender hasta las 3:00 entre mojito y mojito.

A solo 5 minutos de la capital, el chiringuito permanece abierto durante todo el año. En invierno la cocinera cambia sus especialidades estivales, espetos de sardinas y patatas con huevos rotos, por suculentos platos "de la abuela" que el gerente denomina "cocina de recuerdos". Tampoco este nombre se elige al azar.

"Cuando le hice la entrevista de trabajo no quise ver su currículum. Le dije que hiciera una prueba, unas lentejas. A la primera cucharada me recordaron a las de mi madre y la contraté indefinida". La plantilla, integrada por ocho trabajadores, es "un servicio de primera, seleccionado". Pero para comprarlo solo hay una vía, "venir y verlo".

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