Agricultura

La campaña cerealista arranca en la provincia con una caída de producción prevista del 12%

Responsables de Asaja-Cádiz junto a representantes de las cooperativas ceralistas de la provincia.

Responsables de Asaja-Cádiz junto a representantes de las cooperativas ceralistas de la provincia.

La campaña de recolección del cereal arranca este fin de semana en la provincia con un descenso generalizado de rendimientos y producciones a causa de la sequía y la reducción de la superficie de siembra, situación que se puede agravar en los próximos años si no se alcanza un precio que garantice la rentabilidad. Asaja-Cádiz estima una caída media de producción del 12%, más acusada en el trigo duro y el blando que en la cebada.

Pese a la subida del precio respecto al año anterior, la organización agraria asegura que los últimos precios oficiales aún no cubren los costes de producción, por lo que confía en que sigan subiendo conforme avance la campaña para la viabilidad futura de los cereales.

“Nosotros somos los primeros en recolectar, por lo que aún se desconoce hasta dónde puede llegar el precio, que va a depender en buena medida de la cosecha de Canadá, pero el agricultor tiene que percibir un precio alto para cubrir gastos”, ha manifestado este miércoles Pedro Gallardo, presidente de Asaja-Cádiz, en rueda de prensa para informar del inicio de la campaña, en la que ha advertido del riesgo de perder más superficie de siembra si los precios no acompañan.

Las lluvias tardías de primavera han permitido "salvar" una campaña marcada por la sequía y el disparatado aumento de los costes de producción. Según Gallardo, el inicio fue "optimista" por las lluvias de finales de año, aunque se concentraron en menos de una semana, "y luego hemos estado sesenta días sin lluvias y con temperaturas altas, lo que ha condicionado el ahijamiento", bastante pobre con apenas dos hijos en muchas planta cuando en condiciones normales se alcanzan fácilmente la docena.

Las adversidades meteorológicas han deparado un "año complicado para el manejo del agricultor" por la proliferación de malas hierbas y la necesidad de repetir tratamientos herbicidas, el "principal handicap" para los productores por los "elevados costes de producción, tanto de los de los abonos, que se han incrementado entre el 270 y el 350% , como de fetilizantes y fitosanitarios, a los que se unen la subida de precios del 80% del gasoil, la del 20% de las semillas...". Pese a las dificultades por las lluvias tardías, el cultivo mantiene según la organización agraria la calidad de la campaña anterior. 

Previsiones de Asaja Cádiz para la campaña del cereal en la provincia Previsiones de Asaja Cádiz para la campaña del cereal en la provincia

Previsiones de Asaja Cádiz para la campaña del cereal en la provincia

Previsiones por comarcas  

La cooperativa de San Dionisio, que apunta a un descenso en los rendimientos de entre 300 y 400 kilos por hectárea, apenas confiaba en poder recolectar los cereales de la campiña jerezana antes de marzo, momento en el que "el campo estaba para ararlo por la sequía tremenda, pero llegaron las lluvias de primavera y el cultivo ha remontado hasta alcanzar una altura normal, lo que no significa que la cosecha vaya a ser buena por las malas hierbas, los costes elevados y los retrasos".

La situación es similar en la Sierra, donde las cooperativas de Arcos, Villamartín y Olvera, igualmente afectadas por las lluvias tardías, las malas hierbas y el incremento de costes, iniciarán la campaña en la segunda semana de junio con caída generalizada de los rendimientos en trigos duros, blandos y titricale, no así en la cebada.

La situación tampoco difiere mucho en la comarca de la Janda, donde la cooperativa de Conil destaca que "lo único positivo es que los agricultores han tenido tiempo de sobra para preparar las tierras". Por lo demás, la previsión apunta a un descenso generalizado de la producción, aunque más pronunciado en el trigo duro y en la cebada por el efecto de los vientos de levante.

La tónica de la provincia se repite en el Campo Gibraltar, comarca con menos superficie dedicada a los cereales y también de inicio de la recolección más tardío, cuya cooperativa prevé mermas en trigo duro, blando y titricale.

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