Una de las formas por la que los españoles compran, como mínimo, un décimo de la Lotería de Navidad se debe al clásico "¿y si le toca a mi compañero y a mí no?". Los motivos por los que una persona llega a participar en un sorteo como el de la Lotería de Navidad se debe a circunstancias que están muy arraigadas y uno de ellos es la envidia preventiva.
La llamada envidia preventiva es precisamente eso que sentimos ante la posibilidad de que toque a conocidos y no a uno mismo. De este modo surge una cierta presión social que hace que la persona que tiene como idea principal el no comprar, acabe comprando un décimo, no vaya a ser que al de al lado le toque y a él no.
La envidia preventiva de la Lotería de Navidad, a estudio
Según un estudio realizado por la Industria del Juego en España, el 62,4% de la población entrevistada decide comprar lotería de Navidad por este mismo motivo: por si le toca a conocidos y a ellos no.
Este factor es un resorte más potente de lo que sugieren las cifras para comprar Lotería de Navidad, ya que son varios los condicionantes que nos llevan directamente a esta presión social que se desencadena en las semanas previas al sorteo.
El 51,9% de los entrevistados reconoce que compró el décimo de lotería debido a que se lo ofrecieron en la propia empresa, mientras que el 43,2% confiesa que habría preferido no comprarlo para no perder dinero.
Otro 24,5% afirma que es una buena forma de llevarse bien con el resto de vecinos, amigos o compañeros de trabajo.
El estudio concluye que, tan sólo una cuarta parte de los que participan en la Lotería de Navidad afirma que les gusta jugar y niega totalmente que compren décimos debido a otras causas como la envidia preventiva.
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