El verdadero mensaje de las encuestas es uno: todo es imprevisible. Por el voto oculto y la bolsa de indecisos.

La 'batalla' no está pegando carteles, llenando plazas para los convencidos ni figurando en las procesiones de Semana Santa.

Nada vale la palabra dada, ni la maldita hemeroteca ni el programa. Son números: gobernará quien pueda.

Con el Papa se puede conversar y discrepar... Y eso es mucho más de lo que nos permite cualquiera de nuestros políticos.

Spiriman, a pesar de sí mismo, tal vez acabe siendo la punta del iceberg que no nos dejaba ver el bosque.

La unidad de la UE contra las noticias falsas desmonta al año más de 5.000 historias ¿Pero las desmonta de verdad?.

Está bien que nos resituemos. No hay medidas sin política e ideología detrás. La derecha y la izquierda no es ninguna invención.

A dos meses de las urnas, todos los partidos, incluido Vox aunque sea a la contra, intentan pescar en el caladero de las mujeres.

Es el trío de moda. Y no es ninguna frivolidad. En política importa tanto el número 1 como el número 2. Público y privado.

La vía andaluza, el tripartito de derechas del Sur, ocupará un lugar igual de relevante en la campaña que el órdago catalán.