Expertos de la Universidad de Málaga y de Granada convergen en calificar de crítica la situación de sequía en la provincia. La falta de precipitaciones durante estos meses, propia del la irregularidad de clima Mediterráneo, junto con el exceso de demanda de agua que supera la actual oferta, provoca que el abastecimiento se encuentre en un punto crítico. De la misma manera, los expertos afirman que se trata de un problema estructural, cuya solución pasa por encontrar alternativas de reutilización del agua y compensación entre los embalses de la provincia.

“Hablamos de un problema de déficit hídrico al que se le suma el estado crítico de la sequía”. El catedrático de Geografía Física de la UMA y académico de número de la Academia Malagueña de Ciencia, José Damián Ruiz Sinoga, advierte de esta doble vertiente que incrementa el riesgo. De esta forma, explica que la sequía es evidente y se puede comprobar en los índices que presentan los pantanos, encontrándose a un tercio de su capacidad. “En condiciones mediterráneas contamos con dos umbrales puvliométricos, el primero se da a finales de verano y principios de otoño, en el que no se han dado precipitaciones. El segundo tendrá lugar en primavera, en el que si llueve, se resolverá la problemática a corto plazo, pero el problema va más allá”, explica Sinoga quien añade que “las precipitaciones resolverían la emergencia, pero si no se cambia el patrón de demanda, las situación va a continuar, pasando de tener un problema coyuntural a estructural”.

El catedrático se refiere al déficit hídrico que se vive en la provincia:“consumimos más agua de la que disponemos”, indica. “Tenemos que centrarnos en resolver la próxima sequía”, apunta Sinoga quien califica de insuficientes las medidas que se toman desde los organismos para frenar la situación. “La Junta de Andalucía incluye las palabra ‘emergencia’ en sus planes de abastecimiento de agua, pero necesitamos soluciones a largo plazo, que acometan un problema que es cíclico”, manifiesta. Sinoga apunta a que la solución pasa por una reducción de la demanda a gran escala. “Confío en las grandes infraestructuras para el reciclaje y la reutilización del agua”, reflexiona el doctor que añade que sería un buen camino continuar con la tecnología agro para reducir el consumo en este área. “Mis esperanzas son menores en la desalación. Considero que es una solución, pero ahora no es efectiva, ya que no contamos con los medios y el presupuesto suficiente y se necesita una respuesta inminente”.

El catedrático del departamento de Análisis Geográfico Regional y Geografía Física de la Universidad de Granada, José Gómez Zotano, señala a la compensación de los embalses de la provincia como una de las soluciones efectivas. “Es evidente que las cuencas occidentales embalsan mayor cantidad de agua que las orientales, por lo que debería compensarse la actividad en cada zona”, indica Gómez. El catedrático se refiere a las plantaciones de cultivos subtropicales situados en la zona este de la provincia, los cuales requieren gran cantidad de agua, y plantea dos conjeturas. En primer lugar reflexiona sobre la posibilidad de trasladar ciertos cultivos a la zona de Marbella y Estepona, donde la cuencas del río Guadalmansa abastecerían estos terrenos. Por otro lado, plantea la posibilidad de utilizar el embalse granadino de Rules, situado en el cauce del Río Guadalfeo, como abastecedor de agua para estos cultivos. “Por razones geográficas y de suministro, podría ser efectivo, ya que este pantano recoge las aguas provenientes aguas de la vertiente sur de Sierra Nevada, del macizo septentrional de la Sierra de Lújar y de las barranqueras profundas de la Sierra de la Contraviesa”, indica.