Antonio Campos | Crítica

Hacia el origen

  • El cantaor granadino Antonio Campos publica su tercer disco en solitario, con Dani de Morón y Riqueni

Antonio Campos en la presentación de 'Tardo antiguo' en Sevilla.

Antonio Campos en la presentación de 'Tardo antiguo' en Sevilla. / ACTIDEA

Este es el tercer disco del cantaor granadino Antonio Campos, tras el directo Corral del carbón (2009) y Escribiendo en el Alfar (2015). Se trata de un intérprete con una larga trayectoria en el acompañamiento al baile, de voz poderosa y esencial. Este disco, por variedad y conocimiento de la tradición, demuestra todos los valores de Campos como intérprete.

Portada del disco. Portada del disco.

Portada del disco.

La mariana, dedicada a la memoria de Federico García Lorca, se cierra por tangos tradicionales granadinos. En el garrotín, juguetón, gustoso, nos encontramos con la guitarra poderosa de Rafael Riqueni que escancia unas falsetas que son pura miel de la Alcarria. En la rumba retoma Campos el tema Catalina que grabó Manuel Vallejo a ritmo de tangos en 1926 y que inspiraría también La Macorina de Abelardo Barroso y Chavela Vargas y que recientemente han reinterpretado Rosalía y Taiwan MC.

La petenera la introduce Campos con el Romance de la monja a la fuerza, que es, como saben nuestros lectores, el origen de la melodía de este estilo, nacido en México al comienzo del siglo XIX. Demuestra Campos que está al día de las nuevas indagaciones respecto al origen de los estilos jondos. Las variadas cantiñas también presentan el consabido estribillo coral.

La letra del estribillo de la alboreá resulta hoy de difícil digestión. Aunque el estribillo coral con el que se cierra la pieza es un gozo. Antonio Campos opta en este cante por la melodía a ritmo de soleá bailable de la tradición bajo andaluza, en lugar de la clásica por tangos de Granada.

En la seguiriya reaparece la sonanta de Rafael Riqueni para un cante rotundo, esencial. La soleá se la dedica Campos al maestro José de la Tomasa.

Nacido en 1972 en Tarragona en el seno de una familia de inmigrantes andaluces con gran tradición flamenca, Antonio Campos empezó como guitarrista en Granada tocando en academias de baile y en peñas. Su inicio en el cante surgió de forma casual, al participar en la grabación del disco Graná baila por tangos, en el que hizo una versión de unos tangos que le había escuchado a la vieja cantaora de Íllora La Macanda. En ese momento, año 1997, la bailaora Angustias la Mona le ofrece trabajar como cantaor en el tablao La Reina Mora del Sacromonte. Ese fue el origen.

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