Cécile McLorin Salvant. Cantante

"Disfruto de todo tipo de música, sin importar género o época"

  • Una de las grandes voces del jazz reciente y aspirante a nueva diva del género, presentará su tercer disco, 'For One To Love', el próximo día 22 en el Teatro Lope de Vega.

Desde que el jazz es jazz, la voz, y en especial la femenina, ha gozado de un impacto especial que los colegas instrumentistas han contemplado con cierto recelo. No hablamos de logros y avances creativos, donde saxofonistas, trompetistas, pianistas o compositores casi siempre han llevado la pauta, sino de un grado de exposición más vistoso e incluso glamuroso con el que el público casi siempre ha empatizado de forma instantánea. Así fue en la época dorada de las grandes divas -Holiday, Fitzgerald, Vaughan...- y así ocurre hoy, cuando compañías discográficas, agentes y festivales no cejan en su caza de la penúltima sensación vocal.

"Absolutamente de acuerdo. Así parece haber sido durante mucho tiempo", dice Cécile McLorin Salvant (Miami, 1989), que visitará el próximo día 22 el Lope de Vega, apenas un par de meses después de lanzar su disco For One To Love. "Un mayor número de gente conecta con cantantes y letras, y en ese sentido me siento afortunada, más afortunada, sin duda, que un instrumentista que tendría que contemplar el aspecto comercial de su música. El jazz, sin embargo, es una música que tradicionalmente ha congregado muchos instrumentistas que han sido, en su mayor parte, la fuerza impulsora, los innovadores, los proveedores de nuevos conceptos".

McLorin Salvant asume en estos momentos el comprometido papel de voz revelación/realidad de la escena actual. Señalada el año pasado por la veterana publicación Down Beat como mejor cantante, en las categorías de artista consagrada y estrella emergente, y con su álbum Woman Child (2013) en la cúspide de los mejores discos de la temporada, el aluvión de elogios también parece denotar la peligrosa urgencia del mercado por encontrar una nueva diva que subir a los altares. Sólo han pasado dos años desde la publicación de aquel álbum y cinco desde su disco de debut, y su nombre se sitúa ya dentro de un vertiginoso y ascendente ciclo no exento de vértigo. "Me siento muy afortunada -apunta-. Las cosas han marchado de forma bastante intensa pero esto es jazz, una música también más intensa que otras. Trato de mantener la concentración en mi desarrollo musical...".

Apagando los focos mediáticos, es obligado conocer su propia valoración respecto a su crecimiento creativo y a los capítulos que lo han condicionado: "Es difícil medir la evolución creativa. De hecho, no puede ser lo suficientemente objetiva. No obstante, quiero subrayar que los momentos más decisivos de mi trayectoria están asociados a los músicos que me animaron y enseñaron. El episodio más importante fue mi encuentro con Jean-François Bonnel, mi profesor de jazz en Francia. Él fue quien me convenció para seguir adelante y estudiar jazz".

-Uno de los aspectos más valiosos de su propuesta es la pluralidad de sus fuentes (jazz, pop, soul, latin...) y, sobre todo, su capacidad para barajarlas desde un prisma coherente. ¿Es consciente de ello o responde a un impulso natural, fruto, en parte, de su educación, con padre haitiano y madre francesa?

-Mis padres tienen un muy eclético gusto musical y ciertamente me lo traspasaron a mí. Disfruto escuchando todo tipo de música, sin importar género o época y pienso que mi repertorio así lo refleja.

-Su nuevo trabajo, For One To Love, deja clara constancia de ello a través de adaptaciones tanto de tándems clásicos de la dimensión de Rodgers & Hammerstein (Stepsisters' Lament), Bacharach & David (Wives and Lovers) o Bernstein & Sondheim (Something's Coming de West Side Story) como de la mano de versiones de exquisitas voces francesas del peso de Barbara con Le mal de vivre...

-Elijo una canción porque me toca profundamente o simplemente porque me obsesiono con ella. En su mayoría son composiciones que tienen un interesante factor diferenciador, incluso algún elemento del absurdo, algo fuera de lo común. ¡También me encantan las divertidas! Creo que el humor es realmente importante en el arte y en la música y que ha sido habitualmente infrautilizado.

-Pese a ello, la presencia de sus propias partituras en este nuevo álbum es mayor que en los anteriores. ¿Se siente a gusto en ese papel de compositora e intérprete de sus canciones?

-¡La verdad es que no! Es un terreno en el que me siento como una principiante. Pero es importante seguir trabajando la composición para mejorar aunque tengo muchas dudas. Es una experiencia completamente diferente.

-El disco comienza con la palabra "Love", la contiene en su título y en sus dedicatorias. Es obvio que trata sobre el amor y el anhelo. En él repite el formato de cuarteto como base, en el que únicamente repite el pianista Aaron Diehl. ¿Se encuentra cómoda en esta tesitura instrumental?

-Me encanta cantar en un cuarteto. Es un formato muy versátil, con muchos y diversos colores y posibilidades. He estado trabajando con esta banda desde hace unos años: Aaron Diehl, Paul Sikivie (contrabajo) y Lawrence Leathers (batería). Son músicos fabulosos. Es maravilloso tener una banda en la que podemos desarrollar nuestro sonido y arreglarlo con tiempo antes de entrar en el estudio. Por ello, ha sido muy importante para mí grabar el disco con esta banda ya que en ella se encuentra una gran parte de mi sonido y del concepto desarrollado durante estos últimos años.

-La portada del álbum, sus ilustraciones y el diseño son obra suya. ¿Ello responde a un interés por controlar todos los aspectos de su propuesta o a la posibilidad de dar salida a otras vertientes de su vocación artística?

-No es tanto control como necesidad expresiva. La ilustración se ha convertido en una parte muy importante de mi vida y parecía lógico encargarme de la portada. Me encanta el arte de todo tipo y a veces siento que soy una persona muy visual.

-La escena del jazz vocal parece vivir momentos de ebullición. ¿Le atraen otras voces de dicha escena? ¿Disfruta del panorama jazzístico internacional más allá de su parcela como cantante?

-¡Sí! Hay un montón de cosas interesantes en estos días y una buena cantidad de músicos jóvenes en Nueva York que he llegado a conocer, con quienes realmente disfruto y a quienes admiro. La cantante Charenée Wade y el pianista Sullivan Fortner (piano) son dos que me gustaría recomendar.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios