Javi Ruibal | Crítica

Música y ecología

  • El percusionista portuense Javi Ruibal se estrena con un disco inspirado en ocho espacios naturales singulares de todo el planeta

José Recacha, Dani Escortell y Javi  Ruibal , los músicos que componen el trío portuense Glazz.

José Recacha, Dani Escortell y Javi Ruibal , los músicos que componen el trío portuense Glazz.

El primer disco con solista de Javi Ruibal, habitual en los grupos de Dorantes o David Morales, entre otros, consta de ocho temas, dedicado cada uno de ellos a un espacio natural. En Sutjeska el tema y las variaciones corren de la mano del saxo, nervioso, flamenco, de Diego Villegas, que vuelve a aparecer en Kaboré Tambi, de acentos africanos, en este caso con la flauta como protagonista de la pieza y con memorable solo de percusión a cargo de Ruibal y de teclados de parte de Jose Recacha, coproductor de este disco. Benamahoma es una bulería muy íntima, casi susurrada, con el piano de Dorantes y el taconeo de Lucía Ruibal. Doñana es una soleá íntima, vibrante, con la guitarra jonda de Javier Jimeno. El contrapunto melódico lo aporta el contrabajo de Alejandro Tamayo.

Portada del disco de Javi Ruibal. Portada del disco de Javi Ruibal.

Portada del disco de Javi Ruibal.

En Redwood son Glazz, el grupo paralelo de Ruibal, al completo, formado por el percusionista con Recacha y el bajista Daniel Escortell, los que aportan su granito de arena a esta obra. Una entrega tensa, lírica y épica, con ecos de jazz y rock progresivo. Los aires africanos de Quirimbas vienen de la mano de la guitarra de Munir Hossn y el kundé de Papa Dijiga Boubacar por tanguillos. Misterioso y sugerente es Toubkal con una larga variación al contrabajo de Francis Pousé y la percusión emulando la llamada de la selva. Varahicacos posee acentos caribeños que aporta el tumbao al piano de Daniel Amat y las percusiones autóctonas. El padre de la criatura, el cantautor del Puerto Javier Ruibal, también aparece por estos parajes con unos apuntes vocales en tres temas. El disco trasmite frescura, serenidad, buenas vibraciones. Música y mensaje, el de la necesidad de conservar, para nosotros y para las generaciones futuras, los espacios naturales, el oxígeno del aire, de los árboles, y el agua de los ríos, la belleza de las montañas. Espacios naturales de España, los Balcanes, Reino Unido, África y Cuba que recorremos musicalmente, imaginariamente, en los ocho temas de este disco. Ruibal ha querido aunar en este disco música y ecología y plantará un árbol por cada disco vendido, en colaboración con la Fundación Bioplanet.

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