TOMASITO. CANTAOR

"Cuando era monaguillo en San Miguel rapeaba las misas"

  • El artista presenta en Jerez su nuevo trabajo discográfico, 'Azalvajao', su última aventura musical en la que ha contado con varias colaboraciones.

Aunque pocos lo conocerán por Tomás Moreno Romero y muchos por Tomasito, el jerezano ha vuelto a dar un giro de tuerca a su catálogo musical y presenta su nuevo disco, Azalvajao, que no queda exento del flamenco fusión que le caracteriza y con el que lleva desde la década de los 90 revolucionando los escenarios que pisa. En una animada conversación en La Moderna, el versátil artista flamenco afronta con alegría el reto que supone hoy día dedicarse a la música.

-¿Cómo define a Azalvajao, su último trabajo?

-Es un disco muy rumbero, pero hay bastante soleá por bulerías. Lo que viene siendo Tomás. Lo importante es que la gente lo escuche y le guste.

-Ya adelantó algún tema en el pasado Festival de Jerez.

-Es verdad. Presenté el tema Azalvajao porque como el recital era Tomasito en estado puro, hice un repaso de mis cinco discos pasando por varios palos del flamenco y pegaba esta canción.

-No ha parado desde entonces.

-Venimos de dar vueltas por toda España. Hemos presentado el disco en Barcelona y hemos pasado por Granada, Teruel, Cuenca, Bilbao y Santander. Así que no hay mejor forma de terminar el año que aquí, en mi tierra. Como tiene que ser, el próximo sábado día 28 en el Bodegón Rociero.

-¿Cómo ha sido la acogida de este nuevo disco?

-La verdad es que muy bien. Sobre todo las críticas que estoy teniendo durante la promo han sido muy buenas.

-Seguro que ha hecho alguna aventura en este nuevo disco.

-Me he atrevido a producir este disco, he dado ese salto. Dedicado al sonido 'caño roto'. La verdad que lo tenía poco claro pero si esa alternativa te la da gente de confianza como Tino di Giraldo y Javier Liñán, la cosa sale para delante. José Luis Garrido, técnico de sonido de Ketama o Enrique Morente, me ha ayudado muchísimo también.

-¿Qué es ser un azalvajao?

-Ser libre, no tener complejos. No hay más. Es una forma de vida para evadirte de lo que hay.

-¿Cómo se ve Jerez fuera de sus fronteras?

-Fíjate, el flamenco que está considerado patrimonio de la humanidad, imagínate Jerez que es donde nació. La ciudad es un referente mundial como lo es por ejemplo La Habana de la salsa.

-¿Qué le estimula para seguir trabajando?

-Me motiva el día a día, la familia, el vivir, el amor por la música... Como cualquier trabajador que se levanta por la mañana para arreglar algo. Además, como soy yo, que no me puedo estar quieto (risas).

-¿Alguna colaboración?

-Un homenaje a Bambino Piccolino con Pepe Bao y Raimundo Amador. La fusión con Bebe ha sido maravilloso. Pepe Habichuela ha aportado guitarra a unos tangos que hice en el Sáhara.

-¿Es importante mantener una línea que seguir al plantear la producción de un disco?

-La verdad es que la línea la voy buscando, pero como soy libre como me decía mi querida Lola Flores, lo mismo puedo tener en el mismo trabajo una seguiriya que una rumba, siempre que te encaje. Sí que es importante hacer canciones y seguir un camino. Ya el título en sí marca una ruta a seguir con otros elementos como la portada y demás.

-Hablando de Lola Flores, ha participado en el nuevo documental a la figura de La Faraona.

-Me llamaron desde Madrid y no tuve ni que pensármelo. Elena Furiase vino a casa y le hicimos una berza y tan contenta. A mí la 'tita Lola' me ha dado gloria pura. Como decía Joan Manuel Serrat, a mí me trataba como su hijo grande.

-¿La sigue echando de menos?

-¡Claro que se echa de menos! Olé, olé (risas).

-¿Cuánto tiempo ha llevado terminar Azalvajao?

-Hemos trabajado duro. Después de dejar La Pandilla Voladora (compuesto por Muchachito Bombo Infierno , El Canijo de Jerez, Lichis -La Cabra Mecánica- y Albert Pla) con su disco y gira correspondiente, nos dedicamos por entero a este disco durante un año y medio o así.

-¿Ha cambiado mucho el mundo de la música desde que empezó?

-Un montón, como la vida y los señores tiburones de la alta sociedad. Hoy en día se trabaja mucho en internet, en Facebook... Hay que seguir sacando discos porque se venden aunque menos. Hoy en día está difícil que te hagan un disco hasta teniendo nombre. Se venden más en los directos que en las tiendas.

-Es conocido por sus múltiples fusiones.

-Ahora es más fácil, el mundo necesita alegría, transportarse a otro nivel que le despiste de pensar en esos tiburones de la alta sociedad.

-¿Cómo lo consigue?

-Haciendo discos como Azalvajao, lo recomiendan hasta los doctores (risas).

-¿No ha pensado escribir una biografía con sus aventuras estos últimos años?

-A través de mis canciones. Es algo que llevo haciendo desde que era monaguillo en San Miguel y rapeaba en las misas. Luego el cura me la liaba porque se enteraba que le imitaba (risas).

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