Movimiento 'Fridays for Future'

Lo que Greta ha conseguido

  • El movimiento ‘Fridays for future’ , inspirado por la joven activista sueca, ha logrado tener presencia en ciudades de todo el mundo

Álvaro Chicón y Alejandro Soriano en La Casa Invisible, lugar de reuniones de ‘Fridays for Future’ en Málaga.

Álvaro Chicón y Alejandro Soriano en La Casa Invisible, lugar de reuniones de ‘Fridays for Future’ en Málaga. / Javier Albiñana (Málaga)

El 15 de marzo de 2019 quedó en la memoria de muchos jóvenes. Ese viernes cientos de miles de manifestantes salieron a las calles de 1.000 ciudades de todo el mundo para exigir medidas urgentes ante lo que ya consideran como una catástrofe mundial. En esa movilización ha tenido mucho que ver la joven activista, Greta Thunberg. Todo empezó con su protesta individual, basada en faltar a clase cada viernes para protestar en el Parlamento de su país, Suecia. Fridays for future, traducido al español como Viernes para el futuro es el movimiento estudiantil que surge a nivel mundial para exigir a los líderes políticos y a la sociedad más acciones para cambiar el rumbo de ese futuro climático al que aseguran que les han condenado las anteriores generaciones.

Fue ese 15 de marzo cuando Álvaro Chicón llegó a Fridays for future en Málaga. Tiene 19 años y es estudiante de Ciencias Ambientales en la Universidad de Málaga, además de portavoz del movimiento en la ciudad. “Hay muchos casos como el mío en los que al principio piensas que estás solo en esto, cuando ves que se moviliza tanta gente por lo mismo que piensas tú te impulsa a dar un paso y sumarte”. Cuenta Álvaro que la plataforma está en fase de organización en Málaga y que aún no tienen una estructura clara, pero habla de un movimiento ciudadano, plural y apartidista.

Las diferentes plataformas de Fridays for future en España se coordinan y están en contacto entre ellas. Unas 15 personas llevan la coordinación del colectivo en Málaga y principalmente se mueve y coordinan a través de las redes sociales. Los miembros que integran la plataforma van desde los 16 años hasta los 30. Sus principales actividades se basan, además de organizar manifestaciones por la causa climática, en impartir charlas informativas en centros educativos como la Universidad. También pretenden llegar a los institutos para concienciar a esa nueva generación. 

“Creo que los jóvenes tenemos esa vitalidad necesaria, que quizás a las personas adultas les puede faltar a veces para movilizarse”, cuenta Alejandro Soriano, de 17 años y estudiante de 2º de Bachillerato, que se acaba de unir a Fridays for future. “El empujón que hace falta para dar voz quizás lo tengamos nosotros”, añade Álvaro. Esta reivindicación del papel joven no excluye la unión con generaciones mayores que, como ellos, tienen el mismo objetivo: luchar contra el cambio climático. “Tenemos mucha relación con miembros de Greenpeace y otras plataformas que llevan muchos años en la causa. Nos han confesado que nunca han visto un relevo generacional como el que se está viviendo ahora”.

"Los jóvenes tenemos esa vitalidad necesaria que quizás le falta a la población adulta”

Y, ¿cuáles son las acciones que desde Fridays for future aconsejan realizar? Alejandro abre ese debate tan recurrente últimamente sobre el problema del plástico: “Hay que intentar llevar una vida con el menor uso de plásticos posible, no exigimos a la gente que no usen plásticos, pero que sean conscientes del daño que hacen”. Reivindica menos uso de bolsas de plástico en los supermercados en favor de las que están elaboradas con tela. Álvaro va más allá: “El otro día le propuse a una amiga que tiene un quiosco que usen el mismo sistema que los supermercados y vendan bolsas reutilizables para comprar chucherías. Hay que llevarlo a lo más detallado”.

Más de una vez se han encontrado con testimonios de personas que aseguran que las acciones individuales no sirven para nada. “Solo es una pajita de plástico, dijeron siete millones de personas... Hay mucha gente que ve la acción individual como muy poca cosa, claro que se ve insuficiente un detalle individual, pero si lo extrapolamos al conjunto de la sociedad puede lograr un cambio mayor que cualquier medida gubernamental”, cuenta Alejandro.

Alejandro Soriano y Álvaro Chicón posan en unas escaleras de La Invisible. Alejandro Soriano y Álvaro Chicón posan en unas escaleras de La Invisible.

Alejandro Soriano y Álvaro Chicón posan en unas escaleras de La Invisible. / Javier Albiñana (Málaga)

“Es fundamental combinar las acciones individuales con el compromiso de las grandes empresas. Es más lento que todo el mundo deje de comprar bolsas de plástico que un supermercado deje de venderlas, en ese momento todo el mundo cambia”, asegura Álvaro.

Los dos estudiantes hablan de la figura de Greta Thunberg como una “imagen inspiradora” en el movimiento, pero la causa va mucho más allá: “Greta fue la que nos dio fuerza para movilizarnos, nos demostró que se puede hacer frente y exigir responsabilidad”. La joven y admirada activista sueca no solo ha recibido aplausos y agradecimientos, también hay quienes la critican de “no ser más que una niña rica y una marioneta de otros”. “Mucha gente se piensa que Greta dice algo y el resto de jóvenes lo hacemos. Al final lo único que hizo es darnos la fuerza".

"Greta nos ha dado la fuerza para dar el paso, pero esto no es cosa de una sola persona”

"Una persona no es la responsable de todo este movimiento. Si estuvieran manipulando a Greta, ¿quién nos está manipulando a nosotros? Ella ha conseguido hacer lo que nosotros nunca nos hemos atrevido a realizar antes y eso es lo que nos motiva a movilizarnos", afirma con firmeza Álvaro. Alejandro añade que “mucha gente se piensa que hay una jerarquía y Greta es una líder y está por encima. No, ella no es más que una figura inspiradora que ha demostrado que se pueden cambiar las cosas y que además lo ha conseguido teniendo asperger”.

Los malos augurios sobre el cambio climático no son algo nuevo: “Los científicos nos llevan avisando del problema más de 40 años y no hemos hecho nada”. Tal y como refleja el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC), la fecha límite establecida para evitar un desastre climático es 2030. En el caso de Málaga, 41 profesionales de la investigación y la docencia en las principales áreas de la comunidad científica local firmaron un informe que solicitaba la declaración de la emergencia climática en la provincia. Este habla de “una realidad que afecta no solo a la biodiversidad, sino al abastecimiento de agua, a la agricultura y a la pesca y a la salud pública y al turismo”.

Alejandro Soriano y Álvaro Chicón sostienen dos carteles contra el cambio climático. Alejandro Soriano y Álvaro Chicón sostienen dos carteles contra el cambio climático.

Alejandro Soriano y Álvaro Chicón sostienen dos carteles contra el cambio climático. / Javier Albiñana (Málaga)

Cuenta Álvaro Chicón que el Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU) , el organismo al que el Ayuntamiento de Málaga suele encomendar la tarea de informes y estudios en este tema, está desarrollando un plan de adaptación contra el cambio climático en Málaga. “Han abierto un proceso de participación ciudadana en el que cuentan con la Alianza Climática en Málaga para hacer esos informes que luego se trasladan al Ayuntamiento y es el que decide si aplicar el plan”.

Mientras, Fridays for Future sigue organizando charlas informativas y de concienciación, además de actos a nivel global. Cuenta Álvaro que el 29 de noviembre “habrá algo a nivel global que aún no se ha decidido".

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