Muy poco frecuentes en el área metropolitana, solo en pequeñas zonas ajardinadas, aunque más habituales en los subsuelos de las campiñas de la provincia sevillana. Las lombrices son un gran sustento para aves, pequeños roedores e incluso algunos insectos que se pueden encontrar en zonas de cultivo o en otras no destinadas a ello, pero su importancia no acaba aquí.
Las lombrices de tierra son las grandes ignoradas. No se les da la importancia suficiente que se merecen, y es que estos invertebrados pertenecientes a la familia de los anélidos son muy importantes en los ecosistemas, ya que con su actividad son capaces de modificar el suelo. De esta forma crea nuevos hábitats para muchos animales.
Con esta funcionalidad, son capaces de producir una serie de servicios en el ecosistema que benefician al resto de organismos, como a los seres humanos, y que no son valorados por la sociedad. Estos anélidos, conforme fabrican sus galerías, mejoran las propiedades hídricas y la estructura de los suelos. Del mismo modo, ayudan en la descomposición de la materia orgánica, haciendo que los nutrientes sean más asimilables para las plantas nacientes en suelos de cultivo, de forma que la cosecha se enriquece.
Según un estudio publicado por la revista Science y realizado por 140 investigadores procedentes de distintas partes del mundo a partir de datos de casi 7.000 localidades, incluyendo datos ambientales, derivados de 57 países diferentes de todos los continentes exceptuando la Antártida, afirma que las lombrices presentan un patrón muy distinto al que presentan el resto de animales que habitan por encima del suelo.
En peligro por el cambio climático
El cambio climático amenaza a algunos tipos de lombrices según la zona en la que se encuentren. Estas consecuencias son impredecibles, ya que al tratarse de un fenómeno que se manifiesta a escala local, adquiere un impacto diferente. Al igual que puede ser contraproducente, puede ser favorable debido a que algunas especies se verían beneficiadas en cuanto a las que están presentes en los suelos helados de las estepas de la geografía española.
Estos cambios en el ecosistema, afectaría indirectamente al gran eslabón de la cadena trófica, al ser humano. Por tanto, la sociedad debe estar concienciada de la importancia que tienen estos pequeños invertebrados, una consideración tan emblemática que esté a la altura de otros animales, en este caso mamíferos, como son el lince o el oso panda.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios