Con el Clase T, vinculado formal y técnicamente con el industrial ligero Citan, aunque a diferencia de éste catalogado como turismo, la gama de estos últimos de Mercedes tiene un nuevo escalón de acceso. Lo es por su precio, puesto que el más económico de estos nuevos Clase T cuesta 29.722 euros -un T 160 con motor de tres cilindros de gasolina con 1,3 litros y 95 CV, la potencia más modesta de toda la marca-, de modo que ocupa el lugar en el que antes estaba el Mercedes-Benz A 180 con sus 31.282 euros.

Además, con este monovolumen compacto la firma alemana incorpora a su gama una alternativa que no sólo puede ser interesante por su economía -también de uso, porque el consumo de sus motores está comprendido entre los 5,3 y 6,8 l/100 km, según se trate del Diesel menos potente y el de gasolina que más lo es- sino por su versatilidad.

Los faros proceden de la Clase B de Mercedes y su calandra cromada, como las carcasas de los retrovisores, tiradores o o parachoques le dan un aire de turismo.

Ésta le permite dirigirse a clientes de lo más diferente: desde familias que valoren su espacio, con la posibilidad de contar con hasta tres asientos con anclajes isofix -dos en los asientos laterales traseros, del mismo tamaño que el central; otro en el del acompañante delantero-, a seniors que valoren su facilidad de acceso, con puertas delanteras que abren 90º y asientos a una altura superior a la de un turismo pero inferior a la de un SUV, además de dos puertas laterales posteriores, siempre una garantía para poder entrar o salir con comodidad en lugares estrechos.

El maletero admite diferentes módulos: desde uno realizado en España expresamente para camperizar este monovolumen, a otros como estas jaulas para transportar perros.

También puede encajar a quienes buscan un vehículo que les sirva para trasladar todo lo que necesitan para realizar actividades de ocio o deporte al aire libre. Y es que, además de diferentes gadgets para ello, cuenta con un maletero de 520 litros, según nuestras mediciones. En él es posible montar módulos de cocina, frigorífico y fregadero para camperizarlo -hemos podido ver los hechos a medida para su maletero por la empresa Bivac, con un precio de unos 2.800 euros incluida la cama para dos desplegable en el habitáculo, y que pueden extraerse cuando no se necesitan-, otros que pueden pedirse a la red comercial para transportar, por ejemplo, perros; o distintos soportes para bicicletas, tablas de surf, etc. En el techo, un portaequipaje puede soportar pesos de hasta 80 kilos, mientras que la masa remolcable por el Clase T es de 1,5 toneladas.

Los tres asientos de la segunda fila del Clase T son de idénticas dimensiones. Los laterales, como el delantero del acompañante, tienen fijaciones Isofix para sillas infantiles.

Por supuesto, otras posibilidades de uso alcanzan a quienes necesitan transportar exclusivamente pasajeros con confort en tanto que la anchura en cualquiera de las dos filas es apabullante -roza los 150 cm- y con la altura ocurre otro tanto. En el reparto de habitabilidad es el espacio longitudinal el que sale peor parado, pero bien pueden viajar sin problemas y simultáneamente ocupantes de 180 cm de altura, por ejemplo, en las plazas delanteras y traseras. A ello ayuda esa situación sobreelevada de los asientos -los delanteros tienen 31 cm de borde del cojín al suelo y los traseros 42- que contribuyen a una posición “muy sentada” que aprovecha mejor los centímetros.

Habrá una versión que roce los 5 metros de largo y disponga de siete plazas distribuidas en tres filas. En ella, el hueco para las puertas crecerá 20 cm, una ganancia muy conveniente.

En todo caso, estas características afectan a la carrocería que, por el momento, Mercedes pone a la venta del Clase T: la de 4,50 m de largo. Más adelante, en marzo, llegará la de 4,92 m -altura y anchura, con 181 y 186 cm serán iguales a la que ahora se pone a la venta- que, con sus 42 cm adicionales, permitirá contar con una sexta y séptima plazas en una tercera fila de asientos. Además, otro detalle a apreciar es que las dos puertas laterales crecerán 20 cm -las actuales dejan un hueco de 62 cm-, de manera que el acceso a las filas posteriores del Clase T será aún más cómodo. Además, el maletero de esta versión promete 775 litros, casi 200 más que el de la versión “corta”.

Hoy, dos de gasolina y dos Diesel, mañana también un eléctrico

La oferta de motores del Clase T se centra, por el momento, en la combustión, con versiones de gasolina de 102 y 131 CV, ambas con ese 1,3 litros; y en Diesel, con 95 y 116 CV, que recurren a un 1,5 litros. Unos y otros están sobrealimentados con un turbo. Los dos primeros son los de las versiones T 160 y T 180 y los segundos los de las T 160d y T 180d. A esta gama se sumará en diciembre una variante eléctrica con la denominación EQT y 300 km de autonomía con una carga.

Los motores no sólo se comparten con el Citan, sino que son también utilizados por los Renault Kangoo o Nissan Townstar, entre otros modelos.

Hemos podido conducir el T 180d por carreteras con buen firme y la impresión ha sido muy positiva. En cuanto al motor, decir que tiene una respuesta suficientemente enérgica para mover la carrocería con soltura -hemos viajado dos personas y sin carga en el maletero-, incluso realizando adelantamientos con facilidad. Promete un consumo homologado medio de 5,7 l/100 km que, en nuestro caso, no se ha apartado mucho del conseguido durante el trayecto -el ordenador señalaba 6,1 l/100 km al final del mismo- y ni por ruido ni por vibraciones se nos antoja rechazable. Adicionalmente, con el cambio 7DCT -siete marchas y doble embrague-, que vale 2.434 euros, gana enteros el agrado de conducción.

El agrado de conducción es la principal cualidad del Clase T en marcha. Es un coche cómodo en toda situación.

La dirección se maneja a baja velocidad con enorme facilidad por la asistencia con la que cuenta y, luego, a mayor ritmo transmite bien lo que pasa bajo las ruedas. En cuanto a la suspensión es blanda, pero eso no implica ni que la carrocería se mueva mucho ni tampoco que se sienta falto de aplomo, más bien apreciamos apostura suficiente para viajar ir rápido en curva si llega el caso, por mucho que esté muy lejos de sentirse como un deportivo e, incluso, como un compacto más bajito.

Estos asientos procuran una posición a sus ocupantes muy "sentada". Su tapicería es parte de la diferenciación entre los distintos niveles de equipamiento.

Además, el puesto de conducción, más allá de esa situación en la que los pedales se pisan más que se empujan, nos parece cómodo porque la banqueta tiene una amplia regulación en altura -también, en la unidad que probamos con acabado Progressive, el más alto la tenía la del acompañante- y el volante multifunción se mueve generosamente tanto en profundidad como en altura.

Es posible incorporar algunas piezas del color de la carrocería, en opción, en el habitáculo de este Mercedes.

Llama la atención el recubrimiento con piel artificial que tiene parte del salpicadero, lo que junto al apoyabrazos tapizado en símil de cuero, material que también se usa en los asientos y paneles de las puertas, o el enmoquetado total del suelo le dan no sólo caché y refinamiento, sino que le permiten diferenciarse del Citan, su equivalente industrial, si bien conserva de éste elementos como la bandeja superior, muy útil para situar objetos poco pesados.

Por encima de las cabezas de los ocupantes de los asientos delanteros se sitúa esta útil galería para pequeños y poco pesados objetos.

Otra bandeja, la que oculta la carga del maletero, por su tamaño está divida en dos partes y tiene una considerable solidez pero es que, además, si no se necesita y es necesario ampliar el espacio del maletero puede almacenarse verticalmente tras los respaldos de la segunda fila. Estos, por supuesto, también pueden abatirse en partes asimétricas usando el mando de liberación de la zona superior, de modo que dan una continuación plana al suelo del maletero, éste con un borde de carga a apenas 56 cm del suelo. Más recursos funcionales útiles pueden ser las mesas de tipo avión de que disponen ambos asientos delanteros en sus respaldos junto a las bolsas “canguro”, por ejemplo, así como diversas conexiones USB de tipo C e, incluso, en opción, un cargador inalámbrico para móviles.

Los aireadores limitan el tamaño de la pantalla central. Mercedes mantiene mandos físicos para el climatizador, además de un volante con muchas funciones en sus radios.

El salpicadero incorpora, por un lado, una pequeña pantalla para el ordenador de a bordo entre dos diales analógicos y en la que puede verse, además de mucha información sobre la conducción, el guiado de la ruta. Tiene 5,5”, mientras que la central para el equipo de infoentretenimiento es de 7”, el máximo tamaño posible que permiten los aireadores situados a sus lados. Puede usarse, además de táctilmente, con la voz, con un asistente que entiende el lenguaje coloquial.

Maleteros con estas formas tan regulares y tan vasta capacidad hacen mucho por la utilidad de un coche como éste.

De serie, entre las ayudas a la conducción del Clase T destacan el asistente de arranque en pendiente o el de viento lateral, el que avisa de la falta de atención del conductor, el de frenado activo que puede ayudar a evitar colisiones o el de control de vehículos en el ángulo muerto. También la cámara que avisa de los excesos de velocidad respecto a las señales o el detector de cambio de carril que avisa de la salida de éste y puede completarse con el asistente activo de dirección. Este, sin activar el freno -otros Mercedes sí lo hacen-, reconduce al vehículo hacia el centro del carril si no se ha usado el intermitente. Adicionalmente también está disponible en opción el control de velocidad de crucero adaptativo que Mercedes llama Distronic.

Con su versión de menor potencia en gasolina, este coche se convierte en el turismo más asequible de toda la gama Mercedes.

Además del ya mencionado precio de arranque de la gama, los 29.722 euros que cuesta el T 160 con el acabado básico, el de los otros Clase T es de 31.034 euros en el caso del T 180, 31.300 del T 160d y 32.367 del T 180d.

La oferta actual, además de cuatro motores, contempla tres niveles de equipamiento.

Saltar al nivel de equipamiento siguiente, el Style, supone en todos los casos 1.393 euros. Esto implicaría sumar al equipamiento base la iluminación ambiental, aplicaciones de cromo en los aireadores, altavoces y manillas de puertas, regulación lumbar para el asiento del conductor y de altura en el del acompañante o las mesas traseras, además de llantas de aleación de 16” y cristales tintados traseros. Por su parte, el paso de ese nivel base al Progressive exige 2.932 euros y añade a lo anterior elevalunas eléctricos en las puertas traseras, un embellecedor cromado al portón o faros con tecnología LED, entre otros elementos. También ese salpicadero revestido con material Neotex o asientos de símil cuero con costuras en blanco y adornos en plata mate en la consola central y puertas.