Tecnología

Combustible sintético, la otra apuesta de Porsche para la movilidad futura

  • Si bien Porsche aplica en el Taycan buena parte de la tecnología más innovadora que un eléctrico puede llevar a día de hoy, no parece decidida a descuidar los motores de combustión de cara al futuro. La mejor demostración es el estreno del 718 Cayman GT4 RS con combustible sintético.

  • Este es el 718 Cayman GT4 RS que Porsche lleva a los circuitos

Combustible sintético, la otra fuerte apuesta de Porsche para la movilidad futura

Combustible sintético, la otra fuerte apuesta de Porsche para la movilidad futura

El 718 Cayman GT4 RS es la versión más radical del deportivo de Porsche, un coche con el motor del GT3 -un 4 litros de gasolina atmosférico de 500 CV y 450 Nm- hecho para los circuitos y del que dábamos cuenta a finales del año pasado, cuando se anunció su lanzamiento en Las Vegas.

Ahora, vuelve a ser noticia porque en el evento GP Ice Race de Zell am See ha hecho su primera aparición europea y utilizando un combustible sintético con el que, según Porsche, se pueden reducir considerablemente las emisiones de carbono. Se trata de una gasolina basada en un biocombustible que ha sido creado a partir de residuos alimentarios.

La leyenda de los rallies, Walter Rörhl, apuesta por los combustibles sintéticos como complemento de la electrificación del parque automoilístico. La leyenda de los rallies, Walter Rörhl, apuesta por los combustibles sintéticos como complemento de la electrificación del parque automoilístico.

La leyenda de los rallies, Walter Rörhl, apuesta por los combustibles sintéticos como complemento de la electrificación del parque automoilístico.

Es un carburante producido de una manera neutra en CO2 con el que Porsche pretende tener “un complemento a la electrificación”, según Walter Röhrl, embajador y piloto de la marca.

Los combustibles sintéticos se crean con electricidad de origen renovable, mediante energía eólica. Se usa para provocar la electrolisis con la que el agua se descompone en oxígeno e hidrógeno, siendo éste procesado con el CO2 extraído del aire para producir e-metanol. Este se convierte mediante un proceso de síntesis en gasolina que, a su vez, se procesa hasta que cumple los requisitos necesarios para ser utilizada por un motor de combustión.

Porsche, junto con Siemens, iniciaron en septiembre la construcción de la planta de Punta Arenas (Chile). Según fuentes de la marca, "los e-fuels permitirán reducir las emisiones fósiles de CO2 en los motores de combustión hasta en 90 por ciento". Porsche, junto con Siemens, iniciaron en septiembre la construcción de la planta de Punta Arenas (Chile). Según fuentes de la marca, "los e-fuels permitirán reducir las emisiones fósiles de CO2 en los motores de combustión hasta en 90 por ciento".

Porsche, junto con Siemens, iniciaron en septiembre la construcción de la planta de Punta Arenas (Chile). Según fuentes de la marca, "los e-fuels permitirán reducir las emisiones fósiles de CO2 en los motores de combustión hasta en 90 por ciento".

El proyecto Haru Oni ha concretado la primera planta comercial a gran escala del mundo para producir estos combustibles, prácticamente neutros en carbono. Está en Chile y aprovecha las condiciones de la región de Magallanes para producir electricidad mediante aerogeneradores. Se espera que esta planta produzca 130.000 litros de e-fuels que, en su totalidad, serán adquiridos por Porsche para usarlos, sobre todo, a la competición.

En los planes de la firma alemana está usar combustibles sintéticos también en otros coches de su gama de combustión, incluyendo clásicos.

La base del proyecto es la generación de hidrógeno que se transformaría en gasolina. En Chile, con abundante energía verde de bajo coste, los electrolizadores producen ese gas, el más ligero, en torno al que parece articularse toda la movilidad a medio plazo. La base del proyecto es la generación de hidrógeno que se transformaría en gasolina. En Chile, con abundante energía verde de bajo coste, los electrolizadores producen ese gas, el más ligero, en torno al que parece articularse toda la movilidad a medio plazo.

La base del proyecto es la generación de hidrógeno que se transformaría en gasolina. En Chile, con abundante energía verde de bajo coste, los electrolizadores producen ese gas, el más ligero, en torno al que parece articularse toda la movilidad a medio plazo.

Estos e-fuels son, en definitiva, una solución -habrá que ver si asequible, pues podría rondar los 3-4 euros por litro en 2030, según estudios como el de The International Council on Clean Transportation (ICCT)- para el funcionamiento sostenible de los coches térmicos hoy existentes, unos 1.300 millones según las últimas estimaciones, y más cuando muchos de ellos seguirán circulando durante las próximas décadas en todas las regiones del mundo.

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