Las tres nuevas tecnologías inicialmente se incorporarán a algunos vehículos fabricados en Corea y luego alcanzarán a modelos de Hyundai, Kia y Genesis de todo el mundo. Son After-Blow, Multi-Air Mode y Fine Dust Indicator.

La primera seca el agua condensada en el evaporador, impidiendo así que se cree moho en el sistema y que puede provocar malos olores durante el verano.

Para ello, cuando el motor se apaga, el After-Blow se activa diez minutos para secar cualquier resto de humedad. Además, el sistema de aire acondicionado permite la entrada de aire exterior para evitar su acumulación.

Evitar la presencia del moho en los conductos del climatizador es la tarea del After-Blow.

Para evitar problemas con la descarga batería, se monitoriza ésta. Tampoco se activa el After-Blow si el sistema de aire acondicionado no se está usando o si la temperatura exterior es baja.

Con la tecnología Multi-Air Mode se recurre a varias rejillas para crear corrientes suaves de aire para el habitáculo. Las ranuras de los asientos y las de ventilación convencionales dispersan así en mayor media el flujo de aire y está al alcance de los ocupantes activar este modo o no.

Si se activa el Multi-Air Mode el flujo del aire se tamiza y es más suave.

Por último, el Fine Dust Indicator mide, en tiempo real, la calidad del aire. Muestra la concentración de partículas ultrafinas (PM 2,5) y, con un código de colores, se informa al conductor. Si se superan los 36 μg/m3 -el sistema puede indicar si se llega a 76 o más- se lleva a cabo un ciclo de limpieza para la purificación del aire: ajusta el volumen de flujo entre 3 y 8, activa el modo de recirculación y la reducción de humedad interior.

Gracias a un código de colores, el conductor puede advertir el grado de concentración de partículas.

Si el aire no mejora, le puede servir al conductor como recordatorio de la necesidad de realizar el cambio de los filtros de aire acondicionado o la limpieza de asientos y alfombrillas.