Uno de cada cuatro coches que se venden en España es un SUV-C. En esta categoría es en la que se integra el nuevo Kia Sportage, el quinto de una saga iniciada en 1.993 y que, en todo el mundo, ha vendido 2,5 millones de unidades.

Por primera vez, Kia ha diseñado específicamente un Sportage para Europa, una variante de la coreana presentada en julio y que también se vende en EE.UU. Esta europea tiene una distancia entre ejes menor, de 2,68 m.

Es la variante de batalla corta -y, por tanto, menor longitud- la que se venderá en Europa.

La carrocería del Sportage que se pondrá a la venta en el inicio del año que viene tiene 4,52 m de largo. Es, por tanto, 3 cm mayor que su antecesor, el lanzado en 2015, siendo esta la dimensión de su carrocería que más cambia.

El Sportage ser· también “made in Europe” en tanto que se ensamblará en la planta eslovaca de Zilina. está desarrollado a partir de la plataforma N3 de HMG, la misma que usa el Sorento o, en Hyundai, Tucson y Santa Fe.

Amplio y con aspecto de coche premium

Kia afirma que es líder del segmento en espacio vertical o longitudinal. En la primera de contacto con una versión GT-line no hemos podido constatarlo con mediciones, pero lo cierto es que no sólo se siente amplio el habitáculo, sino que también está extremadamente cuidado en cuanto a materiales, acabados o ensamblado de piezas, con un aire equiparable al de un SUV premium.

El interior tiene un innegable aire de sofisticación y con un muy buen nivel de calidad percibida.

Incorpora, incluso, detalles de gran valor funcional, como la reinvención del envés de los asientos delanteros de manera que en la parte posterior de los reposacabezas se crea una suerte de colgador de chaquetas, aparece un cuelgabolsas o hasta un conector de USB para proporcionar energía, por ejemplo, a una tablet que manejen los pasajeros. Además, el asiento tiene su propia bolsa de tipo canguro y los pasajeros disponen de control de la climatización de su zona, de modo que tan sólo se echa de menos una bolsa en la puerta de mayor tamaño.

La inclinación de los respaldos traseros, que se dividen en dos zonas, puede regularse fácilmente con unos mandos situados en la base de la banqueta; más allá de que pueden abatirse, si es necesario ampliar el maletero, en tres partes. Lo hacen en proporciones 40/20/40.

Kia ha convertido los enveses de los respaldos delanteros en zonas polifuncionales con ganchos, bolsas, punto de carga USB o colgadores de chaquetas.

Este espacio de carga alcanza un volumen de 591 litros, si bien se divide en dos áreas: una, la superior, en la que el piso móvil de este espacio de carga enrasa con el borde de carga y los respaldos abatidos y otra, por debajo de ésta, compartimentada con una estructura de poliexpán en la unidad a la que accedimos. En España, el Sportage no llevará rueda de repuesto.

Todo a la vista

En el salpicadero mandan las pantallas. Serán dos de 12,3” en prácticamente todos los niveles -salvo en el Concept, básico- una destinada a la instrumentación y otra para el sistema de infoentretenimiento que se sitúan la una a continuación de la otra. Dan así un aspecto de uniformidad bajo un mismo cristal curvado.

La que está tras el volante no aporta tanta configuración como esperaríamos, en tanto que si bien puede incluir los monitores de las cámaras de ángulo muerto o varían las indicaciones de la zona central, la correspondiente al ordenador de viaje, no da pie al conductor a que elija diferentes diseños de la información.

El salpicadero tiene un aspecto muy original. Una buena noticia son los mandos independientes para la climatización.

Las funciones de la central responden al tacto o reconocimiento de voz aunque, en este sentido, hemos apreciado algunas dificultades en la primera toma de contacto para entender un lenguaje natural. A continuación de ésta se sitúan las salidas de aire correspondientes al acompañante y, justo debajo, con los controles de la climatización. Estos combinan dos mandos giratorios para la temperatura con otros táctiles.

Una consola central revestida con plástico negro brillante -un piano black que también está bien presente en la carrocería de esta versión GT-line- aloja el mando giratorio del cambio, así como otras funciones. Entre ellas, un hueco con distintos conectores y una bandeja de no muy gran tamaño -ojo con los maxi-smartphones- para la carga inductiva con una potencia de 15 W.

Gasolina, Diesel y dos tipos de híbridos

En todos los casos los motores son de 1,6 litros de inyección directa y sobrealimentados con turbo. Así, el microhíbrido de gasolina es el 1. 6 T-GDI disponible en versiones de 150 con el cambio manual inteligente o 180 CV con el de doble embrague automático; por su parte, el Diesel es el 1.6 CRDi en versiones de 115 o 136 CV. Esta última microhibridada también está disponible con las cajas iMT o la 7DCT.

Un suelo móvil divide el maletero en dos zonas. La inferior está compartimentada.

El full hybrid contará, además de con el 1.6 T-GDI, con un motor eléctrico de 44,2 kW alimentado por una batería de 1,49 kWh y un total de 230 CV; mientras que el híbrido enchufable reemplazará ésta por una de 13,8 kWh y el motor eléctrico por otra de 66,9 kW, de modo que la potencia total será de 265 CV. Este último sistema de propulsión se incorporará a la gama en marzo. Lo que no habrá es Sportage eléctrico, en tanto que su equivalente exclusivamente movido con esta energía será· el EV4 que se lanzará comercialmente en 2023.

Las versiones con los dos motores de menor potencia -115 y 150 CV, Diesel y gasolina respectivamente-, serán de tracción delantera y el resto, de tracción total. Además de entre tres modos de conducción, el conductor podrá elegir entre otros tantos para optimizar la tracción en función del terreno: snow, mud y sand.

Más inteligente sobre la carretera

Entre las ayudas a la conducción disponible estarán sistemas como el HDA que permite mantener la distancia y velocidad definidas respecto a otros vehículos de forma automática. Está basado en el control de velocidad de crucero que ahora trabaja con la navegación, de modo que el cruzado de datos permite ajustar la velocidad, por ejemplo, ante la inminente llegada a un cruce o una curva.

El espacio atrás parece amplio. Los respaldos pueden regularse en inclinación.

Otro elemento llamativo en el Sportage es el sistema que avista del riesgo de colisiones con vehículos en el ángulo muerto cuando se cambia de carril. Lo es tanto que el monitor en el que se advierte de la presencia de los coches aparece en la instrumentación, mostrando una vista trasera obtenida por la cámara en tiempo real.

Otros sistemas son el de aparcamiento remoto inteligente, que hace innecesario permanecer dentro del Sportage en una maniobra en un lugar tan estrecho que impida abrir cómodamente la puerta, por ejemplo; las cámaras que dan una visión de 360º, el que evita o mitiga las colisiones frontales…