Skoda sigue reinventándose. Lo hace como parte de la estrategia de la marca de cara a 2030, la Next Level desvelada en julio del año pasado. La marca checa ya adelantaba entonces que contaría con no menos de tres vehículos eléctricos para entonces y que los componentes para ellos se producirían en sus plantas de Mladá Boleslav, Kvasiny y Vrchlabí. También se aprovechaba para explicitar la intención de liderazgo de Skoda entre las marcas europeas en India, Rusia y el norte de África, entre otros retos como vender uno de cada cinco coches por Internet en 2025 o reducir su huella de carbono a la mitad en 2030 y respecto a 2020, por ejemplo.
Ahora, Skoda ha modificado su identidad corporativa con un nuevo logotipo que, en 2024, se incorporará a los nuevos vehículos, aunque a partir de ahora empezará a aparecer en las informaciones de la marca. El nombre Skoda gana también protagonismo, con un rediseño de su grafismo y la S integrando el signo diacrítico.
Además, Skoda ha confirmado que lanzará tres modelos totalmente eléctricos a partir de 2026, uno de ellos pequeño. Otro será un SUV compacto y el tercero otro algo mayor, un siete plazas, cuyo concept-car recibe el nombre de Vision 7S, de manera que se situarían por encima y debajo de tamaño, respectivamente, del actual Enyaq iV que, recordemos, mide 4,65 m en sus dos carrocerías.
El lanzamiento de estos eléctricos no supondrá dejar de lado los coches con motores de combustión, de modo que también contará con una nueva generación del Superb y Kodiaq en la segunda mitad del próximo año. La renovación del Octavia se producirá en 2024.
Skoda también ha hecho especial hincapié en su compromiso presente y futuro con la sostenibilidad. Así, se ha comprometido con la utilización en sus plantas de electricidad procedente de fuentes renovables en sus plantas. También, la producción de baterías en Mladá Boleslav reducirá la distancia de su transporte y, para moverlas, usará dos camiones eléctricos. A partir de 2030 la planta checa e india de Skoda tendrán emisiones netas cero y la de Vrchlabí ya lo ha conseguido desde 2020.
Skoda intensificará el uso de materiales sostenibles -en el Enyaq iV ya usa 13 kg de plásticos reciclados procedentes de carcasas de baterías y parachoques-, aumentando la tasa de ellos reciclados. Hoy el acero reutilizado en las carrocerías alcanza el 40 por ciento, mientras que el aluminio llega al 60 por ciento. Las ventanillas se fabrican con un 20 por ciento de vidrio reciclado y tapicerías como la del Enyaq iV usan un 40 por ciento de lana virgen y un 60 por ciento de botellas PET recuperadas.
El siete plazas eléctrico del futuro
El Vision 7S ya muestra el nuevo lenguaje de diseño de la marca. Este SUV exclusivamente eléctrico, ofrece siete plazas -rondaría los 4,80 m de largo, al menos- y muchos detalles funcionales de los que Skoda denomina Simply Clever.
Basado en la plataforma MEB del grupo Volkswagen incorpora una batería de 89 kWh que le aporta una autonomía máxima prevista de 600 km conforme al ciclo WLTP. Será capaz de poder recibir cargas con corriente continua de hasta 200 kW -actualmente el Enyaq iV puede contar con potencias de hasta 135 kW-, para así reducir los tiempos de espera enchufado en la infraestructura. Skoda no ha dado más indicaciones técnicas en relación a este concept-car que sería la base del futuro modelo de producción.
En su diseño, con formas muy simplificadas, tiene gran protagonismo el frontal donde se reinterpreta la parrilla con las clásicas barras de Skoda con lo que se denomina “Tech Deck Face”. Por otro lado, los elementos de iluminación, tanto delante como detrás, se configuran en forma de T, se recurre a un característico pilar trasero para darle solidez y a llantas de 22”. Las puertas laterales son de apertura enfrentada al carecer el Vision 7S de pilar central, algo usual en los concept-car pero infrecuente en los coches de producción.
En el interior se utilizan materiales reciclados -hilos de poliéster- para la tapicería y la digitalización cobra, como no podía ser de otro modo, un papel protagonista, aunque Skoda no se ha olvidado de utilizar mandos físicos para las funciones importantes como la climatización. La pantalla central, que rota para situarse en vertical u horizontal, es de 14,6”, la más grande jamás usada en un coche de la marca; y la de la instrumentación, apoyada por un Head Up Display, tiene 8,8”.
El asiento infantil se sitúa en el centro del Vision 7S, en sentido contrario a la marcha e integrado en la consola central, de modo, que el respaldo queda a la altura de los dos delanteros, la posición más segura.
La configuración del interior es adaptable a una situación Relax en la que, por ejemplo, durante los procesos de carga de la batería o estacionamiento, con un botón el volante y la instrumentación se deslizan hacia atrás para dar más espacio a las plazas delanteras. Los asientos de ésta giran hacia dentro y se reclinan, permitiendo a los pasajeros traseros, que también tienen asientos reclinables, ver la pantalla que se puede posicionar horizontalmente para mostrar contenido de entretenimiento.
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