Un coche autónomo genera aproximadamente tantos datos como 3.000 personas, según ha señalado el Vicedecano de Relaciones Externas y Formación Continua de la Facultad Deusto-Ingeniería, Alexander Rayón, en el Ciclo de Encuentros Ageingnomics organizado por Deusto Business School y Mapfre este martes en Madrid.

En este sentido, Rayón ha explicado que el modelo de coche conectado introduce una nueva incógnita, que se va a hacer con todos esos datos.

"Creo que la industria de la automoción tiene que converger hacia una donde los datos nunca sean usados sino es para el propio beneficio de la persona que los genera, porque estamos ante una revolución industrial, una revolución digital donde, por primera vez, estamos siendo los que proveemos algo y encima nos venden algo con eso que proveemos, que son los datos", ha afirmado.

Asimismo, el director de Relaciones Institucionales de Renault, Ernesto Salas, ha asegurado que el 100% de los vehículos de la compañía en 2022 estarán conectados y compartirán una nube 'online' con todas las marcas de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi. Además, para ese mismo año, la firma tendrá 15 automóviles autónomos.

"Los datos son tremendamente útiles en el sentido de que los fabricantes podemos estar sabiendo cuál es el estado real de los vehículos, lo que nos puede permitir avisar al usuario de que tiene una potencial avería y que debe dirigirse a un punto de asistencia", ha subrayado Salas.

¿Y de quién son esos datos?

En este sentido, el vicepresidente ejecutivo de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), Mario Armero, ha alertado del riesgo que generará el coche conectado y la cantidad de datos que este produce, ya que no está claro quién será el propietario de esta información y cómo se gestionará.

"Es verdad que la tecnología facilita la vida de los humanos, pero la tecnología nos vuelve más vulnerables, no lo olvidemos", ha subrayado.

Además, el directivo ha destacado que el sector está atravesando una transición "absoluta" hacia un nuevo modelo de negocio en el que cambiará cómo se venderán los automóviles, qué tipos de vehículos se van a comercializar, así como la importancia que van a tener en el futuro los coches compartidos.

En este sentido, Armero ha mostrado su preocupación a cerca de la legislación sobre este nuevo escenario y ha asegurado que hay que legislar "poco, pero de forma inteligente y en positivo".

Por otra parte, el vicepresidente de Anfac ha mostrado su interés para que en España se desarrollen plataformas en torno a los nuevos servicios de movilidad, que son la línea de actuación y de futuro comercial "más grande que tenemos en nuestro país".