En 2020, Mercedes inició la comercialización de la eSprinter, una versión electrificada de la furgoneta lanzada en 2018. Esta cuenta con un motor de 116 CV (85 kW) y 295 Nm y una autonomía de hasta 168 km con la batería de 55 kWh y de 120 km con la de 41 kWh.

Ahora, con esta segunda generación del eSprinter, la potencia aumenta en cualquiera de los dos niveles disponibles, 136 (100 kW) y 204 CV (150 kW), ofreciendo un par de 400 Nm. Pero tanto o más significativo del cambio generacional es que con la disponibilidad de las nuevas baterías que, por lo demás, tienen química LFP, esta furgoneta puede alcanzar con una carga hasta 400 km, según simulación de WLTP, en el caso de utilizar la de 113 kWh. Las otras dos opciones que Mercedes ofrece son las de 56 y 81 kWh.

La disposición del sistema de propulsión no interfiere en la zona de carga, como tampoco las baterías que están justo debajo de él.

El mayor cambio tecnológico de esta generación está en un módulo delantero en el que se incorporan todos los componentes del sistema de alto voltaje y que se pueden combinar independientemente del tipo de carrocería, distancia entre ejes o tamaño de las baterías. Estás se sitúan bajo la carrocería, para ahorrar espacio y hacer posible cualquier transformación. La tercera aportación sería un módulo trasero en el que está el motor eléctrico que puede seleccionarse con esos dos niveles de potencia.

Prácticamente todos los elementos del módulo delantero son inéditos y de nuevo desarrollo en Mercedes.

Según Mercedes-Benz, lo componentes principales de estos módulos son de nuevo desarrollo y utilizados por primera vez en una de sus furgonetas. El motor, que es de tipo síncrono de imanes permanentes, pesa unos 130 kg.

Frente a los anteriores 7,4 kW para la carga de la batería con corriente alterna, ahora se llega a 11 kW. Con continua el paso es de 80 a 115 kW.

Para la carga de las baterías se podrán utilizar tanto corriente alterna como continua. El cargador de a bordo admite potencias de hasta 11 kW, pero también se pueden realizar recargas de hasta 115 kW en infraestructuras de carga de acceso público. Esto significa que se puede llevar el nivel de carga de la batería de un 10 al 80 por ciento en 28 minutos y en el caso de la de 56 kWh, mientras que serían 42 para la de 113 kW. Su predecesora podía usar 7,4 kW con corriente alterna y 80 con continua, de modo que aún con baterías mucho más capaces los tiempos de recarga serán similares.

La llegada del MBUX es uno de los avances más significativos en la cabina, siempre dotada de tres asientos.

En términos de digitalización, la eSprinter contará con el sistema de infoentretenimiento MBUX semejante al de los turismos, en tanto que la Electric Intelligence permite realizar planificaciones dependiendo del tráfico y topografía de la ruta. También diseña estrategias de carga para llegar al destino u obtener un estado de carga preciso al térmico del trayecto.

Para los mercados europeos la configuración de lanzamiento será la de chasis cabina con batería de mayor capacidad.

El lanzamiento comercial de la eSprinter se iniciará en EE.UU. y Canadá en la segunda mitad del año. Estará equipada con esa batería de mayor capacidad, de 113 kWh, y dispondrá de un volumen de carga de 14 m3, con un peso máximo autorizado de hasta 4.250 kilos.

En Europa esta batería será también la de lanzamiento, a finales de 2023, con el formato de chasis cabina. Luego llegarán otras variantes ya sea de carrocería o baterías.

Estados Unidos, para los mercados norteamericanos; y Alemania, para los europeos, serán los países donde se produzcan estas nuevas eSprinter.

Mercedes-Benz ha invertido unos 350 millones de euros en el desarrollo de la nueva eSprinter. 50 millones se han utilizado para adaptar para su producción cada una de las tres plantas en las que se ensamblarán: Charleston (EE.UU.), Düsseldorf y Ludwigsfelde (Alemania).