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Brown se enfrenta a la rebelión de los ministros católicos por la ley sobre embriones

  • El Gobierno laborista ha pedido a sus diputados, sujetos a responsabilidad colectiva , disciplina de voto en este tema pero tres ministros católicos amenazan con no acatar la decisión

El primer ministro británico, Gordon Brown, se enfrenta a una rebelión de los miembros católicos de su gobierno en torno al proyecto de ley laborista sobre investigación embrionaria y fertilidad, informa el diario "Daily Telegraph".

El Gobierno laborista ha pedido a sus diputados disciplina de voto en este tema y los ministros del Gobierno están normalmente sujetos a responsabilidad colectiva a la hora de votar un proyecto de ley gubernamental.

Sin embargo, según el diario, tres ministros católicos, Des Browne (Defensa), Ruth Kelly (Transportes), y Paul Murphy (ministro para Gales), amenazan con no acatar esa decisión.

El proyecto de ley, que se someterá al voto del Parlamento en los dos próximos meses, autorizará la creación de embriones híbridos mediante la inyección de células o ADN de animales en embriones humanos o de células humanas en óvulos de animales, todo ello con fines de investigación.

El proyecto de ley permitirá también a una pareja de lesbianas que haya contraído una alianza civil convertirse progenitores legales de una criatura.

Las clínicas especializadas no tendrán que exigir que haya un padre antes de ofrecer un tratamiento de fecundación in vitro.

El Primer Ministro y el titular de Sanidad, Alan Johnson, insisten en que la ley es vital para la investigación de nuevas terapias que permitan curar enfermedades como la fibrosis cística o la enfermedad de las neuronas motrices.

La Iglesia católica se opone, sin embargo, a la creación de embriones híbridos, que algunos llaman "quimeras".

Gordon Brown había pensado en la posibilidad de dejar libertad de voto a sus correligionarios en algunos aspectos específicos, pero ello habría enfurecido a algunos diputados que votaron lealmente con el Gobierno en otros temas pese a no estar de acuerdo.

La rebelión en el seno del Gobierno por las objeciones de tres de sus ministro ha obligado al líder laborista a buscar una solución, dice el periódico.

Una que se está considerando es la de permitir a los diputados abstenerse el día de la votación aunque esto no satisface a los parlamentarios católicos más devotos, que quieren poder votar en contra o proponer enmiendas.

El líder de la oposición conservadora, David Cameron, ha dejado a los suyos libertad de voto, pero Brown se resiste a esa posibilidad, escribe "The Daily Telegraph".

El cardenal Cormac Murphy-O'Connor, primado de los católicos ingleses, abogó en enero por una flexibilización del proyecto de ley.

Entre los ministros católicos del Gobierno laborista, la responsable de Transportes y antes de Educación, Ruth Kelly, ha sido hasta blanco de las críticas de los grupos de defensa de los homosexuales.

Supuestamente miembro del Opus Dei y madre de cuatro hijos, Kelly fue criticada por negarse a declarar abiertamente si creía que la homosexualidad es pecado.

Según fuentes periodísticas, Kelly defendió el año pasado dentro del gabinete que se eximiese a las agencias de aborto católicas de las leyes de igualdad que las obliga a no discriminar a las parejas homosexuales que desean adoptar.

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