Mundo

Manuel Valls, nuevo primer ministro de Francia

  • El hasta ahora titular de Interior, de origen español, encabezará el nuevo Gobierno con el que Hollande pretende dar respuesta al batacazo de los socialistas en las municipales.

El presidente de Francia, François Hollande, anunció que el hasta ahora ministro del Interior, Manuel Valls, sustituirá a Jean-Marc Ayrault como primer ministro. El nombramiento al frente del Ejecutivo de Valls, nacido en España en 1962, se anunció a través de una declaración televisada del jefe del Estado, al día siguiente de una histórica derrota del gobernante Partido Socialista (PS) en las elecciones municipales de Francia. 

En un mensaje de siete minutos y en diferido, tras haber recibido horas antes la dimisión de Ayrault, Hollande le agradeció la "valentía y abnegación" con la que ha conseguido "restablecer una situación muy degradada" y dijo haber entendido el mensaje de "descontento y decepción" enviado por los electores. "No (hay) suficiente cambio, no (hay) suficiente empleo, todavía (hay) demasiado paro, todavía (hay) demasiados impuestos, y todavía (hay) demasiados interrogantes sobre la capacidad de nuestro país para salir adelante. Es el mensaje que me habéis dirigido y que recibo personalmente", analizó el presidente. 

Hollande anunció que ahora se abre "una nueva etapa" con un gobierno "de combate" y más reducido (en el actual hay 38 ministros y ministros delegados) que dirigirá Valls con tres objetivos: devolver a Francia su fuerza económica, concentrarse en la justicia social y aumentar el poder adquisitivo de los franceses. "Son las empresas las que crean empleo. La primera de las injusticias es el desempleo. Es decisivo para el futuro de nuestro país producir más, en Francia, y de forma diferente", añadió Hollande, que prometió una "disminución de impuestos" y de las cotizaciones que pagan los trabajadores "de aquí a 2017". 

El presidente de Francia, que en 2012 derrotó al conservador Nicolas Sarkozy, subrayó que "la recuperación del país es indispensable" y pasa por renovar el "aparato productivo", sanear las "cuentas públicas" y reconquistar la "influencia en Europa y en el mundo". "Fiel a los compromisos antes de las elecciones, no olvido a quienes confiaron en mí y me eligieron", dijo Hollande, después de que su partido se viera netamente superado por el centroderecha en los comicios municipales, lo que supone una derrota histórica para el Partido Socialista. Hollande dijo saber que la "situación era grave" y asumió "la total responsabilidad", al tiempo que preconizó una "mayor constancia en el rumbo" sin descartar "hacer las inflexiones necesarias, porque el único objetivo es el éxito de la República". "Y lo conseguiré con este nuevo gobierno", concluyó Hollande, que no avanzó el nombre de ninguno de los ministros que saldrán del Ejecutivo ni quiénes serán sus sustitutos.  

El nuevo primer ministro, del ala más a la derecha 

Relativamente joven, astuto y no muy a la izquierda: Hollande convirtió al político favorito de su equipo de gobierno, Manuel Valls, en primer ministro. Valls, de 51 años y nacido en Barcelona, representa al ala más a la derecha y amable en lo económico de su partido. En el pasado, reconoció que no considera sostenibles en el tiempo conquistas socialistas como la semana laboral de 35 horas o la jubilación a los 60 años

Tras su triunfo electoral en 2012, Hollande lo nombró ministro del Interior, lo que fue considerado un agradecimiento por el apoyo de Valls a su campaña presidencial. Valls aprovechó la oportunidad. Desde hace meses es el político preferido del Gobierno francés, muy por delante de Hollande y el hasta ahora primer ministro Jean-Marc Ayrault. A mediados del año pasado una encuesta arrojó incluso que uno de cada cinco francesas entre 20 y 40 años tendrían un romance con Valls. Las revistas del corazón lo adoran por su elegancia y se refieren una y otra vez a sus raíces españolas. Nació en 1962 en Barcelona, hijo de un pintor catalán, y se nacionalizó francés dos décadas después. Está casado en segundas nupcias con la famosa violinista Anne Gravoin, otro factor de glamour. Tiene cuatro hijos de su primer matrimonio. 

Valls llamó la atención como ministro del Interior por su dura actuación contra los extranjeros ilegales en Francia. En una entrevista con la radio dijo, por ejemplo, que los gitanos tienen otras formas de vida extremadamente distintas y que sólo una minoría mostraba intenciones de integrarse. Por eso, sugirió que era mejor que se fuesen a Rumania o Bulgaria. La organización antiracista Mrap presentó una demanda por la entrevista y afirmó que ese tipo de declaraciones son ofensivas y provocan violencia, odio y discriminación. Sus palabras fueron incluso criticadas por compañeros de partido. Sin embargo, de acuerdo con las encuestas, sus declaraciones gustaron a grand parte de la población. El político también se impuso cuando se registraron el año pasado fuertes protestas estudiantiles por la deportación de una familia gitana a Kosovo. Se le ofreció una oferta de retorno solo a una joven. La deportación había encendido las protestas porque la policía había detenido a la chica durante una excursión escolar. 

En caso de que Hollande no se presente nuevamente en 2017, Valls está considerado como un firme candidato de los socialistas. Ya se había presentado a las primarias del partido en 2011, aunque en ese entonces no tuvo oportunidad contra Hollande por su visión pragmática y su orientación económica. Entonces, la revista británica The Economist lo presentó como el mejor candidato y lo felicitó por su visión "moderna" de la izquierda. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios