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Obama enviará más de 30.000 soldados adicionales a Afganistán

  • El mandatario iniciará el repliegue en julio de 2011 · La nueva estrategia pretende derrotar a los talibanes y permitir una retirada de las tropas estadounidenses

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció anoche el envío de más de 30.000 soldados adicionales a Afganistán que quedarán desplegados a lo largo de seis meses, un plazo sorprendentemente rápido, y que la retirada de tropas comenzará en julio de 2011, aunque la conclusión del repliegue dependerá de las "condiciones en el terreno", según adelantaron altos funcionarios.

Obama explicó su esperada nueva estrategia para la guerra en el país asiático en un discurso pronunciado esta madrugada (hora española) en la prestigiosa academia militar de West Point.

En declaraciones a varias cadenas de televisión, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, indicó que la meta es adiestrar a las fuerzas afganas lo más rápidamente posible para que puedan hacerse cargo de la seguridad de su país, de modo que las tropas estadounidenses puedan ir saliendo gradualmente. "Nuestro compromiso no es de duración indefinida", explicó.

Los soldados adicionales comenzarán a desplegarse en el sur y el este de Afganistán, donde la insurgencia talibán se ha mostrado más activa hasta el momento. La idea es minar la capacidad militar de los talibán de modo que las fuerzas afganas en la zona puedan hacerles frente por sí solas.

Los 30.000 soldados se sumarán a los 68.000 militares estadounidenses que ya se encuentran en Afganistán. En total, la fuerza internacional allí desplegada cuenta con cerca de 100.000 efectivos.

Cuando Obama llegó a la Casa Blanca en enero, el contingente estadounidense estaba compuesto por cerca de 35.000 soldados.

Obama dio órdenes a los mandos militares para que aceleren el despliegue de los refuerzos, de modo que esté completado para el verano, indicaron los altos funcionarios, que no explicaron cómo se logrará.

Hasta ahora, los analistas calculaban que para un refuerzo de esa magnitud sería necesario cerca de un año, debido a la dureza del clima afgano y a la necesidad de esperar al regreso de las tropas ahora mismo destacadas en Iraq.

Además de sus propios refuerzos, el Gobierno estadounidense espera que los aliados internacionales aporten cerca de 5.000 soldados más para llegar a la cifra deseada por el comandante de la Fuerza Internacional en Afganistán, el general Stanley McChrystal, quien había pedido en torno a los 40.000 militares más.

Obama conversó el lunes y ayer con diversos líderes internacionales para explicarles las líneas maestras de su estrategia.

El anuncio del presidente llega en momentos en los que la guerra en Afganistán es cada vez más impopular entre la población estadounidense y el propio Congreso, debido a su fuerte coste económico y en vidas humanas.

Tras el anuncio del presidente está previsto que tanto McChrystal como el embajador de Estados Unidos en Kabul, Karl Eikenberry, comparezcan en audiencias sobre la situación en Afganistán ante el Congreso.

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