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Obama promete que se hará justicia por el asesinato del embajador en Libia

  • Manifestantes islamistas atacaron con lanzagranadas el Consulado en Bengasi como protesta por una película que indigna a los musulmanes · 50 marines parten desde Rota para reforzar la seguridad

El presidente de EEUU, Barack Obama, aseguró ayer que "se hará justicia" por la muerte del embajador en Libia, Chris Stevens, y que su Gobierno trabajará con el de Trípoli para procesar a los culpables del ataque, en el que murieron tres funcionarios norteamericanos más.

"Trabajaremos con el Gobierno libio para llevar ante la Justicia a los asesinos que atacaron a nuestros diplomáticos", dijo Obama en una declaración desde la Casa Blanca junto a la secretaria de Estado, Hillary Clinton.

"Que no haya lugar a dudas: se hará justicia", añadió el mandatario, quien condenó "en los términos más fuertes posibles" el "indignante y horrible" ataque al consulado de Bengasi, que costó la vida a Stevens y a otros tres estadounidenses, entre ellos el diplomático Sean Smith, encargado de Información.

Refiriéndose al motivo de los ataques, un vídeo de un productor independiente californiano que se mofa de la fe musulmana, Obama subrayó que Estados Unidos "es un país que respeta todas las creencias religiosas y rechaza todos los intentos de denigrar las de otros".

"Pero no hay absolutamente ninguna justificación para este tipo de violencia sin sentido", subrayó. "El mundo debe unirse en la condena de estos ataques".

Manifestantes islamistas se congregaron la noche del martes frente al Consulado para protestar por una película producida por un estadounidense en la que supuestamente se blasfema contra el profeta Mahoma, informaron algunos testigos. Según éstos, cuando algunos manifestantes atacaron la representación diplomática con lanzagranadas y bombas incendiarias, los guardias libios se retiraron.

El Gobierno libio reconoció que perdió el control de la situación en el ataque. El viceministro del Interior para el Oriente de Libia, Wanis al Sharf, reconoció que la situación se les había escapado de las manos a las fuerzas de seguridad libias, incapaces de frenar en un primer momento a los manifestantes que atacaron el consulado y de evitar un posterior ataque contra un grupo de diplomáticos estadounidenses.

Un número no determinado de guardias de seguridad libios murieron y fueron heridos al intentar defender al embajador Chris Stevens durante el ataque en Bengasi, en el cual fue asesinado el diplomático y otros tres estadounidenses, dijo por su parte el embajador de Libia ante la ONU.

Ibrahim Dabbashi, embajador adjunto de Libia en la ONU, aseguró a la prensa que más de diez guardias de seguridad libios resultaron muertos y heridos en el ataque del martes.

Unos 50 marines estadounidenses partieron de inmediato hacia Libia para reforzar la seguridad en las instalaciones diplomáticas de EEUU en el país tras el ataque, informó ayer la CNN.

Los marines, de la Flota del Equipo de Seguridad Antiterrorista (FAST, por su sigla en inglés), partieron de la base estadounidense de Rota, indicó la cadena de televisión.

"He ordenado a la Administración que otorgue todos los recursos necesarios para respaldar la seguridad de nuestro personal en Libia, y aumentar las medidas de seguridad en todas nuestras misiones diplomáticas en todo el mundo", afirmó Obama.

Los marines de esta misión tienen como destino Trípoli, la capital de Libia, y forman parte de un grupo de las fuerzas estadounidenses preparado para reforzar la seguridad de las embajadas cuando se producen este tipo de ataques a las legaciones diplomáticas en el extranjero.

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