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Uribe ordena al Ejército que rescate a todos los rehenes de las FARC

  • El presidente colombiano cierra la puerta a cualquier negociación con los rebeldes tras el secuestro del gobernador del departamento de Caquetá · La guerrilla aún no se ha pronunciado sobre su autoría

El presidente colombiano, Álvaro Uribe, ordenó ayer rescatar a todos los rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tras el secuestro del gobernador del departamento de Caquetá, Luis Francisco Cuéllar, un desafío que cierra la puerta a cualquier negociación con los rebeldes y que, a su vez, podría obstaculizar la liberación unilateral de los soldados Pablo Emilio Moncayo y Josué Calvo, a los que la guerrilla prometió entregar hace ocho meses.

"He pedido a las Fuerzas Armadas que hagamos todos los esfuerzos para rescatar al señor gobernador del Caquetá y para rescatar a los otros secuestrados que quedan en poder de estos bandidos", anunció el mandatario a la prensa desde la sede del Ejecutivo.

Este anuncio cambia radicalmente el tono del discurso empleado por Uribe, quien el lunes pidió nuevamente a las FARC liberar a todos los rehenes -horas antes del secuestro de Cuéllar- descartando así un posible rescate militar.

El Ejército ha intensificado las operaciones por tierra y aire en algunas zonas de Colombia en busca del gobernador que fue privado de su libertad el lunes, después de que un grupo de 20 presuntos guerrilleros irrumpiera en su casa situada en la localidad de Florencia, en Caquetá (sur).

El Gobierno ha atribuido este secuestro a las FARC, aunque la guerrilla todavía no se ha pronunciado al respecto. "¿Quiénes lo secuestraron? Estos mismos bandidos que quieren hacer de la liberación de los otros secuestrados un show", aseguró Uribe.

"Nos da mucho dolor, angustia, desesperación", expresó Uribe, al revelar que se reunió "toda la noche" con jefes de la Policía para coordinar lo que podría ser la operación militar que permitirá liberar al gobernador. "¡Por favor, hay que rescatarlo!", pidió.

"¿Quién va a creer a esos bandidos? Yo les dije esta madrugada a las Fuerzas Armadas: por favor, no esperemos actos de generosidad de estos bandidos. Rescatemos militarmente a nuestros secuestrados", afirmó.

El Gobierno ha ofrecido una recompensa de hasta 500.000 dólares (351.000 euros) para quien aporte información que permita dar con el paradero de Cuéllar para, posteriormente, "llegar al sitio donde lo tengan y rescatarlo".

Para Uribe, es "la hora de tener mucha firmeza para avanzar en el rescate militar de los secuestrados, para rescatar al gobernador del Caquetá y para avanzar en la derrota de estos bandidos".

De llegar a concretarse, esta sería la segunda operación militar de rescate que realizaría el Gobierno de Uribe en menos de dos años, tras la polémica operación Jaque en la que fueron liberados 15 rehenes, entre ellos, la ex senadora francocolombiana Ingrid Betancourt y tres norteamericanos.

Los otros 12 secuestrados canjeables que han logrado su libertad fueron entregados por la propia guerrilla en cinco misiones humanitarias. Los primeros seis fueron liberados entre enero y febrero de 2008 durante dos operativos coordinados por el presidente venezolano, Hugo Chávez y la senadora colombiana Piedad Córdoba. En ese grupo, conformado por ex legisladores y ex políticos, figuraba Clara Rojas, compañera de campaña de Betancourt. Enmanuel, el hijo que Rojas tuvo durante sus seis años de cautiverio, también fue liberado en este procedimiento.

En febrero de este año fueron entregados por las FARC, a través de tres operativos, cuatro uniformados, el ex gobernador del departamento de Meta, Alan Jara, y el ex diputado del departamento de Valle del Cauca, Sigifredo López, el único superviviente de la masacre ocurrida en junio de 2007, en la que murieron en cautiverio 11 ex legisladores.

Cuéllar ya fue secuestrado en cuatro ocasiones anteriores, según confirmó el secretario del Gobierno de Caquetá, Edilberto Ramón Hendo. Su condición de ganadero le convertía en un blanco preferido de los delincuentes, admitió. También aseguró que el gobernador sólo estaba acompañado por dos policías escoltas en su residencia en el momento de su secuestro -uno de los cuáles pereció en el asalto- y constató que las autoridades locales concluyeron hace poco tiempo que sí existía una amenaza contra el gobernador.

Hendo admitió que Cuéllar, de 69 años, había recibido amenazas de las FARC, por lo que tanto fuentes policiales como del Ejército coinciden en señalar a la guerrilla como autores e incluso imputan directamente a un comando de la columna Teófilo Forero.

El gobernador de Caquetá es el político de mayor rango secuestrado por la guerrilla desde 2002 cuando fue raptado el gobernador del departamento de Antioquía, Guillermo Gaviria, y su ex ministro de Defensa. Ambos fueron asesinados tras 13 meses de cautiverio por la guerrilla para impedir su liberación en un operativo de rescate militar lanzada.

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