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La otra lucha electoral se libra en el Congreso y el Senado

  • Los ciudadanos estadounidenses tienen también hoy una cita con las urnas para renovar por completo la Cámara de Representantes y un tercio de los senadores

Sin duda, la elección presidencial acapara todas las miradas tanto dentro como fuera de Estados Unidos. Pero hoy los estadounidenses también tienen una cita con las urnas para renovar por completo la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, y el objetivo del Partido Demócrata es lograr sesenta asientos en la Cámara Alta, ya que de confirmarse les permitiría en los próximos dos años contar con una mayoría más holgada en el Congreso.

Además, se celebrarán elecciones a gobernador en once estados del país y centenares de consultas locales sobre los más variados asuntos.

Entre los cientos de cargos oficiales que serán elegidos este día 4 están los 435 miembros de la Cámara de Representantes y 35 de los 100 senadores. En la actualidad, los demócratas cuentan con mayoría en ambas cámaras, aunque en el caso de la Cámara Alta es por la mínima. Y después de varios meses de campaña, más discreta y con menos visibilidad en los medios, los analistas prevén que el Partido Demócrata no sólo retenga el control de ambas cámaras sino que aumenten sus escaños y dispongan de una mayoría más cómoda.

Por un lado 12 senadores demócratas buscarán la reelección, de los cuales sólo uno podría tener problemas para mantener su escaño. Los republicanos defenderán hasta 23 asientos en la Cámara Alta, de los cuales cinco van a jubilarse. En estos momentos la mayoría de la formación demócrata se sustenta en dos senadores independientes que en las últimas votaciones se han alineado con los intereses demócratas pero el partido espera recuperar al menos dos escaños, en Virginia y Nuevo México, que están en manos del partido republicano.

Por el otro la cifra mágica para el Partido Demócrata es alcanzar un mínimo de sesenta asientos en el Senado, ya que con ellos podrían pasar por alto un procedimiento parlamentario conocido en la política americana como filibusterismo, que permite a un senador de cualquier corriente pedir que una iniciativa se debata sin plazo fijo y con ello bloquear o postergar indefinidamente el voto a favor o en contra de una medida o designación. Es una técnica utilizada tradicionalmente por los partidos estadounidense que están en minoría para retrasar la aprobación de proyectos legislativos que no les interesan.

Por eso durante la campaña los senadores demócratas se han encargado de recordar a los votantes la meta de sesenta escaños, ya que facilitaría a una eventual administración liderada por Obama aprobar sus medidas estrella. Una de las senadoras que más ha trabajado en ello representa al estado de Nueva York y hace poco soñaba con convertirse en la primera mujer de la historia en ocupar la Casa Blanca. "Sesenta es la cifra mágica. Si lo alcanzamos habremos puesto fin a los días del obstruccionismo republicano", afirmó recientemente Hillary Clinton.

Coincidiendo con las presidenciales y legislativas, los ciudadanos de 11 estados del país también deberán elegir a sus respectivos gobernadores. Tres de ellos no podrán presentarse a la reelección por distintos motivos (Delaware, Misuri y Carolina del Norte), mientras que los otros ocho restantes defenderán su cargo en esta nueva cita con las urnas (Indiana, Dakota del Norte, Utah y Vermont, por el Partido Republicano; y Montana, New Hampshire, Washington y Virginia Occidental, por la formación Demócrata).

Un sondeo de opinión publicado en la página on line especializada RealClearPolitics.com revela que mientras el 67% de la población desaprueba la gestión presidencial, el 75% de los estadounidenses se opone a la labor del poder legislativo.

Pese a ello, los republicanos podrían convertirse en los grandes perdedores en los comicios. Un cálculo realizado por la revista Congressional Quarterly señala que hay 23 escaños en la Cámara de Representantes y cuatro en el Senado que por ahora están muy igualados. Documentos internos del Partido Republicano citados por el periódico Politico dan cuenta de que los republicanos consideran que hay 58 escaños en riesgo de pasar a manos de los demócratas.

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