Vínculo estrechos

La cordial relación de Felipe de Edimburgo con la Casa Real española

  • El fallecido marido de Isabel II es como don Juan Carlos y doña Sofía descendiente de la reina Victoria de Inglaterra

  • En la visita de 1986 el Rey se dirigió a los periodistas españoles para presentarles "a su primer Lilibeth" 

La reina británica y su marido en su visita a España en 1988 con los Reyes

La reina británica y su marido en su visita a España en 1988 con los Reyes

Felipe de Edimburgo mantenía con la Familia Real española una relación de cercanía propiciada tanto por la amistad entre ambas casas reales como por los lazos de parentesco que guardaba con la reina Sofía y, algo más lejanos, con el rey Juan Carlos.

El marido de Isabel II y los reyes eméritos españoles, al igual que la soberana británica, eran tataranietos de la reina Victoria, que reinó de 1837 a 1901 y a la que se considera “la abuela de Europa” por la vasta genealogía que dejó. Además de la rama británica, el duque tenía su principal raíz en la familia real griega, de ahí su relación de consanguinidad con doña Sofía, de la que era tío segundo. Jorge I era abuelo de quien fue príncipe de Grecia y Dinamarca hasta que contrajo matrimonio con Isabel II y, a su vez, bisabuelo de doña Sofía. Guardaban parentesco también por la rama prusiana materna, puesto que el emperador Guillermo II fue el bisabuelo de la que sería reina de España y abuelo del duque de Edimburgo. En paralelo, la madre de éste, Alicia de Battenberg, era prima hermana de Victoria Eugenia, esposa de Alfonso XIII.

Estos lazos de sangre entremezclados llevaron a que las dos parejas reales entablaran una estrecha relación y mostraran cordialidad en las visitas mutuas.

En 1986, don Juan Carlos y doña Sofía protagonizaron la primera visita oficial de un rey español al Reino Unido en más de medio siglo. Isabel II se volcó en detalles hacia sus “primos españoles”, a los que alojó en el castillo de Windsor, y concedió a Juan Carlos I el collar de la reina Victoria. Como agradecimiento, los Reyes se despidieron con una recepción en la residencia del embajador en Londres. “Venid, que os presento a mi prima”, les dijo Juan Carlos I a los periodistas españoles para introducir a “Lilibet”, como llamaba a Isabel II, quien bromeó con lo bien que el monarca se llevaba con la prensa.

Dos años después, la soberana británica aceptó la invitación para ser la primera reina inglesa en visitar oficialmente España, durante la que recibió el Toisón de Oro. Sus anfitriones les acompañaron por una gira por Barcelona, Palma y Sevilla, donde los cuatro primos disfrutaron de un espectáculo flamenco en los Reales Alcázares en el que Felipe de Edimburgo se atrevió a probar con las castañuelas mientras su esposa daba palmas. En Barcelona, tomaron el té en la residencia privada de los padres del Rey emérito. El colofón fue un recorrido turístico en coche por Mallorca de las dos parejas, con don Juan Carlos al volante y “Lilibet” de copiloto.

Felipe VI y doña Letizia con la reina Isabel II en el nombramiento del monarca con la Orden de la Jarretera en 2019 Felipe VI y doña Letizia con la reina Isabel II en el nombramiento del monarca con la Orden de la Jarretera en 2019

Felipe VI y doña Letizia con la reina Isabel II en el nombramiento del monarca con la Orden de la Jarretera en 2019

Ese año, don Juan Carlos y doña Sofía volvieron a ir a Londres para ser investidos doctores honoris causa en Leyes de la Universidad de Cambridge a instancias del duque de Edimburgo. En 1989, Juan Carlos I recibió la orden de la Jarretera concedida por Isabel II; en 1997, acudieron a los festejos por las bodas de oro de Isabel II y, cinco años después, por el medio siglo de la coronación de la reina británica. La última ocasión fue con motivo de la visita de Estado de Felipe VI y la reina Letizia al Reino Unido en julio de 2017.

En 2019 regresaron para proclamar al monarca como caballero de la Orden de la Jarretera.No impidió que surgieran roces diplomáticos, principalmente a causa de Gibraltar. Los Reyes no asistieron a la boda del príncipe Carlos y de Diana de Gales en 1981 ante la decisión de los novios de comenzar la luna de miel en la colonia. En 2012 por un motivo similar la reina Sofía suspendió su presencia al banquete de los 60 años de reinado de Isabel II.

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