La familia de la Agrupación Musical San Indalecio ha crecido tanto en los últimos años que ayer, en su concierto en el Anfiteatro de la Rambla, para poder mantener el distanciamiento social, casi no caben. Un ejemplo del buen trabajo que desarrollan, bajo la dirección de Juan José Navarro. La actuación habitual para el verano, que en otras ocasiones han celebrado en el Auditorio Maestro Padilla, ha reflejado igualmente el talento de los jóvenes músicos. Todos brillantes.

El repertorio ha sido un homenaje a América, melodías que han transportado al público, entregado desde el principio, y donde han destacado especialmente en la interpretación de los musicales. La creatividad es otra de las notas de sus conciertos y en esta ocasión han contado con la colaboración especial de las cantantes Lidia Fernández y Rocío Castillo.

El programa ha comenzado con los más pequeños, la banda base, donde los chavales han puesto el listo muy alto y han demostrado que el relevo está garantizado en esta entidad ubicada en La Cañada. Luego ha sido el momento de la Banda Sinfónica de la Agrupación Musical San Indalecio. Hora y cuarto de belleza musical, muy aplaudida por el público.

El programa forma parte de las actividades del Plan Re-Activa Cultura 20 del Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería. La Agrupación Musical San Indalecio es una entidad cultural sin ánimo de lucro que se constituyó con el objeto principal de crear y consolidar una banda de música y realizar o potenciar actividades en fomento de la instrucción musical, ofreciendo una alternativa cultural y de ocio a la juventud, y ayudándoles en lo posible a una salida laboral o profesional a través de la música.

En el concierto de la tarde de ayer en el Anfiteatro de la Rambla, dentro del programa de verano del Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería, expresaron el talento individual que tiene cada uno de los músicos y la calidad musical como banda sinfónica, de la mano de su director, Juanjo Navarro. Bravo.