La Alcazaba amaneció ayer con una nueva luz. Era una luz de esperanza y una llamada al respeto de los derechos de la mujer. 'Amanecer en la Alcazaba celebraba ayer su segunda edición con una gran participación y con una serie de actividades que estuvieron impregnadas por el deseo de que acabe con la guerra y la violencia de genero.

Por eso fue un Amanecer diferente porque estaba dedicado a ellas y además hubo una gran participación de mujeres en todos los actos. Hubo teatro, flamenco, canción y músicas diversas como fuentes de paz, junto con la danza, los coros de tragedia griega, la poesía, la fotografía, el testimonio vivo de las mujeres y los sabores.

Las actividades comenzaron sobre las cinco de la madrugada. Desde esa hora fueron llegando personas a la Alcazaba. La subida al tercer recinto se hizo al son de la música de percusión de José Cortés y Lisístrata y el coro de mujeres que hicieron el Juramento de las mujeres al alba. Güiqui y su grupo Flamenco establecieron un diálogo con La Chanca desde el tercer recinto.

Mientras Langue D'Oc ofrecía su bellísima música, se iban proyectando en la Torre de la pólvora una serie de fotografías de Marina del Mar. Carmen Marín y Saquía leían un poema de Fatena Al-Gurra. Luego Toñi Falán hacía las delicias del público con su bella voz y en los torreones participaba el Grupo de Baile La Traiña.

Cerca de las seis y media de la mañana, en el segundo recinto en las ruinas del Palacio de Al-Mutasim el Coro de Lisístrata ofrecía una luz para las mujeres víctimas de la violencia, mientras se escuchaba Octavio Santos Bocero al chelo. Un espectáculo impresionante en un amanecer caluroso.

Luego en la puerta de la ermita, el colectivo Idealia hizo la escena de Safo, que fue seguida con mucha atención por todo el público. Una voz prodigiosa como la de Sergio Leiva con su guitarra ofreció dos temas, uno de ellos Al amar que hablaba de una mujer que era maltratada, y tras dejar el maltrato encontró de nuevo el amor.

En la entrada al primer recinto el Grupo de Teatro La duda y Ad Libitum ofrecieron un espectáculo donde se hacía especial referencia a las mujeres que sufren maltrato o violencia. Un montaje muy bien estructurado, con la participación de varios actores de estas dos compañías.

Luego, en el escenario junto a la Torre de la Vela se fueron desarrollando las actuaciones. Primero lo hizo César Maldonado, un cantautor con una voz bellísima que también quiso estar en este Amanecer en la Alcazaba. Le siguió la profesora Lola Rodríguez que leyó un poema de Gioconda Belli. Otro gran momento del Amanecer fue el monólogo de Doña Rosita la Soltera que hizo Manola Arqueros, una de las grandes mujeres que tiene el barrio de Pescadería.

Luego llegaría la actuación de Sensi Falán acompañada de Francisco Hernández Niño de la Manola a la guitarra; David Santiago al bajo; José Cortés a la flauta y Octavio Santos Bocero al chelo. Cantó el Tango de las madres locas y Galería de perpetuas y una canción sobre la mujer expresamente para el Amanecer. Igone López puso un número de danza para luego disfrutar del arte de la cetrería a cargo de Antonio Miralles. Impresionante el desayuno a base de té y dulces ofrecido por la Traiña y el Foro Social.