La unión en el escenario del Auditorio Municipal Maestro Padilla de dos figuras del cante y la guitarra, como Estrella Morente y Niño Josele, dio como resultado algo mucho mayor: una sobriedad elegante llena de intensidad y belleza en una lograda fusión de las raíces flamencas de ambos con la música brasileña más delicada y auténtica.

Así lo entendió un público que, desde los primeros acordes de Josele, guardó un silencio respetuoso, ávido de escuchar la magia de ambos. Era una de las citas más esperadas del programa 'Primavera Cultural' propuesto por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería.

Una luz sencilla, directa a cada uno de los artistas, y otra en el suelo, más calórica y templada, fueron los sucintos aderezos escénicos con los que Estrella Morente y Niño Josele derrocharon su desbordante talento. Y lo hicieron respetando casi de principio a fin el orden del disco Amar en Paz, auspiciado por el director Fernando Trueba, amante la música brasileña hasta el punto de promover su grabación y selección de temas.

Así, tras la introducción armoniosa de Mañana de Carnaval, continuaron con el tema homónimo. Cadencia con ascendencia de samba en temas como Dindi o Cariñosa, más crueles y arrebatados en Amargura o Tras la puerta.

Fue entonces cuando Estrella Morente recordó el cariño que le había transmitido su padre, el maestro Enrique, hacia la tierra almeriense, dando gracias por la oportunidad de cantar con Niño Josele en su casa. Fruta Buena fue la canción dedicada a Almería, para después interpretar Si no estás, previa a un pequeño descanso para la cantaora. El guitarrista almeriense aprovechó su soledad para dedicar la pieza instrumental Luisa a su padre, Josele, otra figura del flamenco.

La segunda parte del concierto arrancó tras un cambio de vestido de Estrella Morente, pasando del blanco vaporoso a un rojo intenso. Baile del desamor y Soledad, a la postre dos de los mejores temas del álbum, sonaron con la entrega y contención debida. Rosa, Labios que besé y Si todos fuesen iguales a ti acercaron el concierto a su final, entre ovación y ovación de un público que supo entender a la perfección que la noche iba a estar alejada de pulsiones flamencas. Algo que agradecieron ambos artistas.

A decir adiós cerró el repertorio, dejando para los bises la canción Miña, perteneciente al disco homenaje a Bill Evans que grabó Niño Josele y para la que invitó a Estrella Morente. "Aquello fue el comienzo de todo, de este trabajo que se concreta hoy", explicó la artista granadina visiblemente agradecida. Ambos se marcharon cogidos del brazo, deslizando a capela los acordes y tarareos de Bachiana nº 5 ante otro aplauso generalizado en pie.