Una apuesta didáctica, entretenida y colorida para los más pequeños. La Compañía Ñía representó ayer dos funciones en el Teatro Municipal de su obra Chiqui, Chico y consiguió meterse al público infantil en el bolsillo con un lenguaje sencillo y un decorado sencillo pero con alguna que otra sorpresa.
Los dos actores consiguieron tranquilizar a los niños para que se centraran en la obra mediante una serie de juegos con las manos y con la voz.
La historia trataba la amistad de dos niños y cómo evolucionaba a través de las estaciones. Unos cubos que había sobre el escenario les sirvió a los intérpretes para hablar sobre los animales, las notas musicales y los números.
Los pequeños se sorprendían con los cubos y algunos realizaban exclamaciones de sorpresa y otros decían frases como por ejemplo: "¡Han hecho magia!".
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