La Feria del Libro de Almería más larga de sus cuarenta ediciones ha traspasado ya su ecuador manteniendo el buen tono de estos días. Está claro que los días de mayor afluencia son los de fin de semana, pero las jornadas intersemanales están cosechando un constante tránsito por la Plaza de la Catedral, ya sea para recorrer alguno de los 24 stands de las 15 librerías presentes o para participar y asistir a las múltiples actividades gratuitas que se han organizado a través del Área de Cultura, Educación y Tradiciones del Ayuntamiento de Almería, en un programa coordinado por su director, Manuel García Iborra.

El martes concluyó la decimonovena edición de las Jornadas de Lectura Continuada, con Pippi Calzaslargas, de Astrid Lindgren. Por la tarde, las actividades continuaron con la presentación de la Revista Márgenes (Arquitectura ediciones) a cargo de su director y editor, José Miguel Gómez Acosta, arquitecto por la ETSA de Granada.

Luna Miguel fue otra de las grandes protagonistas del martes, como ya lo fuera el pasado sábado al obtener el premio en la categoría ‘Narrativa’ de los Premios Argaria que concede la Asociación del Gremio de Libreros de Almería por El funeral de Lolita (Lumen). En primer lugar, por el taller de poesía que desarrolló, organizado por La Bella Varsovia, donde propuso a los participantes crear un poema a partir de su vinculación con textos clásicos o ‘memes’ modernos, y, posteriormente, por la presentación y firma de dicha novela, donde resitúa el mito de Lolita de Nabokov, a través de un argumento que sitúa en la provincia de Almería.

Entre el taller y la presentación de su libro, también brilló el almeriense Pedro Martínez Domene que, presentado por Miguel Ángel Muñoz, habló de su nueva novela Las ratas del Titanic, un nuevo fenómeno de la literatura infantil sobre el conocido suceso marítimo.

Las actividades concluyeron con música y poesía, en un acto literario musical al alimón entre Ana Tapia y el cantautor Lumaga, bajo el título de ‘Poesía de ciencia ficción’.