Vuelve una nueva edición del Festival de Teatro Infantil. Teatro y títeres para iniciar el año con los pequeños y el público familiar como protagonista. Desde hoy 2 de enero y hasta el día 4, en el Teatro Apolo, en el Anfiteatro de la Rambla, el Paseo Marítimo, la Plaza de la Catedral y en el Museo de la Ciudad. Un festival que sirve como fin de la programación navideña propuesta por el área de Cultura del Ayuntamiento de Almería

Hoy sábado a las 12 de la mañana, en el Paseo Marítimo, el Grupo Axioma Teatro presenta Violeta. El grupo almeriense cuenta la historia de una mujer que no tenía prisa. Deseaba tanto tener una hija que no le importaba esperar el tiempo hiciera falta. Mientras esperaba cuidaba con paciencia su pedacito de tierra. Un día, sin avisar, apareció de improviso la tan ansiada criatura: Violeta.

Por la tarde, a las cinco, en el Museo de la Ciudad, el grupo Arena en los bolsillos presenta Cuando vuelve la luna. Como colofón a la primera jornada, el grupo Arteatro presenta en el Apolo Papobo.

El domingo, segundo día del festival, vuelve Axioma con Violeta pero esta vez en el Anfiteatro de la Rambla, a las doce del mediodía. Vuelve Arena en los bolsillos al Museo con la obra Cuando vuelve la luna, y cerrando la jornada, de nuevo en el Teatro Apolo, Historias de media suela, de la compañía Fernán Cardama.

Historias de media suela" es un espectáculo de objetos y actuación donde se suceden pequeños relatos y una versión de Caperucita Roja, representados con zapatos.

Fin del festival, el lunes 4 de enero, con Axioma en la Plaza de la Catedral, de nuevo con 'Violeta', a las doce del mediodía. A las cinco de la tarde, el Museo de la Ciudad presenta la tercera representación de 'Cuando vuelve la luna'.

Y como fin de fiesta, el festival se despide en el Teatro Apolo con 'El castillo rojo' de la compañía La Maquiné. El Castillo Rojo es un espectáculo visual y musical inspirado en la obra literaria Cuentos de la Alhambra de Washington Irving y su estancia en la primavera de 1829 en la Alhambra. El espectáculo sugiere la riqueza visual, plástica y musical que rodean al palacio, de la misma forma que Irving describe las escenas "pintorescas" como ente evocador de la imaginación y de la creación.

El Castillo Rojo fusiona técnicas tradicionales, como el teatro de títeres y objetos, con las nuevas tecnologías aplicadas a la escena para crear un espectáculo de imágenes poéticas.