Cultura

El IEA publica dos obras de teatro del escritor Francisco Villaespesa

  • La presentación tuvo lugar en el Patio de Luces y estuvo presidida por Manuel Guzmán

El Patio de Luces de Diputación Provincial de Almería acogió recientemente la presentación de una nueva edición de las obras dramáticas de Francisco Villaespesa, El alcázar de las perlas y Abén-Humeya, bajo el epígrafe Teatro neomudéjar de Francisco Villaespesa, una edición del Instituto de Estudios Almerienses cuya edición editorial ha corrido a cargo de José Francisco Díaz Alonso.

El evento que estuvo presidido por el diputado de Cultura y Cine, Manuel Guzmán contó con la presencia de Almudena Morales, alcaldesa de Laujar de Andarax y Francisco Alonso, director del Instituto de Estudios Almerienses. El autor, por motivos laborales, no pudo asistir a la presentación aunque remitió un texto que leyó el responsable del IEA.

Manuel Guzmán destacó que “El alcázar de las perlas es una obra de teatro que representa el origen de la Alhambra granadina y Abén Humeya es un drama sobre la rebelión alpujarreña. Es un libro que se acompaña de un estudio introductorio y apuntado las notas correspondientes, que han analizado y puesto en valor el texto”.

La alcaldesa de Laujar, Almudena Morales, subrayó la colaboración de la Diputación de Almería y del Instituto de Estudios Almerienses en esta publicación. “Para los laujareños, Francisco Villaespesa es nuestro poeta, nuestro personaje más ilustre y el precursor del modernismo”.

Francisco Alonso, director del IEA, leyó un texto enviado por José Francisco Díaz, donde sorprendió que anunciara que la presentación de la obra se realizaba cerca de donde Villaespesa vivió durante su juventud. “Es una casa localizada en una esquina de la calle Reyes Católicos con Navarro Rodrigo, donde, además, vivieron algunos de sus tíos”, anunciaba el autor.

Con respecto a la obra, Díaz dijo que “la primera parte, a modo de introducción, sitúa el teatro de Villaespesa en la escena teatral del momento y trata de explicar cómo ha sido su obra dramática, para luego entrar en dos de sus mejores obras teatrales. Villaespesa irrumpe en el teatro poético al calor del modernismo literario, como una posibilidad expresiva más, pero también lo utiliza una forma de llegar al público y ganar dinero. Lo demostraría a su madurez, cuando era un poeta reconocido”.

José Francisco Díaz apuntaba en su escrito que “ambas obras se complementan, forman un conjunto; un conjunto que debemos incluir en el Orientalismo, en una literatura que trata de trasladarnos a otros mundos, a otros paisajes, otras gentes y con otros modos de vida. Hasta ahora este teatro de Villaespesa se ha llamado morisco, pero en realidad, dados los detalles que se explican y según el propio Villaespesa cita, este teatro, como esta parte de su literatura debería incluirse en el teatro mudéjar o, mejor aún, neomudéjar”.

El alcázar de las perlas es más lírico, con piezas más agradable a la lectura poética, pero en la segunda, Abén-Humeya, mejoró los elementos dramáticos. Muy importante es la escenografía que describe en las acotaciones, con un lenguaje lírico, de bella factura y colorista, buscando siempre los elementos sensoriales, pretendiendo sugestionar al público pero incluso al lector”, dijo Díaz. Luego hubo una lectura dramatizada por Jesús Herrera y Chencho Nzo.

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