Cultura

Manuel Gálvez Ibáñez presenta su nuevo libro ‘Enamorados’ en la Diputación

  • La diputada María Luisa Cruz acompañó a este autor almeriense en la puesta de largo de su última obra editada por Círculo Rojo

La diputada María Luisa Cruz junto al doctor y escritor Manuel Gálvez Ibáñez.

La diputada María Luisa Cruz junto al doctor y escritor Manuel Gálvez Ibáñez.

El escritor almeriense Manuel Gálvez logró llenar el salón de plenos de la Diputación en la presentación de su última novela Enamorados. Este libro, editado por Círculo Rojo, es su primera incursión en una novela centrada en la pasión y el amor tras haber escrito diferentes obras especializadas en medicina y antropología cultural.

El acto estuvo presidido por la diputada provincial María Luisa Cruz, que se sintió muy satisfecha de participar en esta presentación. “Una vez más apoyamos a nuestros creadores culturales y artistas almerienses. Hoy Manuel presenta un libro en Diputación, ya lo hizo en 2003 con su libro La Vega de Almería. Es un orgullo que la casa de todos los almerienses pueda acoger la puesta de largo de una obra de uno de nuestros escritores”.

Por su parte, el autor invitó a los almerienses a disfrutar de una historia que surgió de una llamada. “Sentí que debía escribir esta obra. Aunque suene petulante, sentí que tenía que contar esta historia de amor”, explicó.

Publicada en Círculo Rojo Grupo Editorial, Enamorado se trata del diario de un hombre enamorado de una mujer maravillosa, “el enamoramiento descrito desde la perspectiva del varón”, en palabras del propio autor.

Enamorado de la cultura Sefardí y de su lengua, del auténtico milagro de su supervivencia. “Sí, creo que los españoles no tenemos derecho a permitir que desaparezca. Mi libro es una invitación, una llamada a participar en esta causa extraordinaria en el más estricto sentido de la palabra” subraya.

El autor también afirma el lenguaje amplio, retador, disparatado a veces, las palabras limítrofes, evocadoras de las que ha dotado la obra. Son de destacar la prosa cuidada, las poesías -y aún un chisporroteante rap- que utiliza para describir el enamoramiento, la amistad, el afecto, el erotismo elegante, la melancolía, la euforia, el dolor que desespera, carcome o alimenta. “Escribir para vivir”, remarca convencido.

El escenario en el que discurre la obra es el Mediterráneo en toda su extensión, no de Algeciras a Estambul, pero casi: de España a Israel, pasando por los Balcanes y aun la propia Turquía.

También los amantes del ajedrez encuentran alimento para su pasión. “El gambito de una dama, el ajedrez como encuentro, como pasión con partida y compartida” -añade Manuel Gálvez.

Y como telón de fondo, el humor, el humor que resitúa las vivencias, que aporta flexibilidad a la vida, el humor como sonrisa, como antídoto vital. “Humor para resistir”, en sus propias palabras.

La trama se articula en torno al erotismo, al amor romántico y pasional, a la amistad, la admiración mutua, los poemas en ladino y al ajedrez (ambos protagonistas juegan un gambito de dama postal). Todo ello salpicado de pasajes ocasionalmente delirantes, humor a bocajarro; así como hondas reflexiones sobre la existencia.

Una brillante filóloga y un ingeniero se conocen en un vuelo a Tel Aviv. Ella trata de rescatar las últimas expresiones orales de la cultura sefardí, él diseña presas por Oriente Medio, mientras recupera su interés por la escritura. El Mediterráneo pone el marco a sus vibrantes encuentros y periodos de separación.

Desde el trenzado de palabras y expresiones elegidas, cuidadas y cultas, el autor persigue -y espera haber conseguido- hacer del lenguaje, de su disfrute, el verdadero protagonista de esta novela.

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