Cultura

Música Prima hace un recorrido por los sonidos indígenas en Roquetas

  • El cuarteto tuvo una actuación magistral el pasado miércoles en el Castillo de Santa Ana

La formación Música Prima ofreció un concierto denominado De las músicas indígenas al Códice Trujillo el pasado miércoles en el Castillo de Santa Ana de Roquetas. Esta actuación se enmarcaba en la III edición del Festival de Música y Danzas Antiguas de Roquetas de Mar, que organiza la concejalía de Cultura.

Francisco Orozco al canto, laúdes, vihuelas y dirección musical; José Manuel Vaquero, Organetto y zanfona; Johanna Rose, Violas y Álvaro Garrido en la percusión, propusieron en su concierto un fascinante viaje musical por el variado panorama de una América multiétnica, multilingüe y multicultural, un viaje por diversos Mundos Humanos.

El concierto comenzó con un canto de la tradición oral de los guahibos de la Orinoquia colombiana, como una invitación a la evocación de la naturaleza original. El canto Jalecuma hablaba de las huellas que el hombre deja cuando se aleja de su amada o de sus seres queridos. El Jalecuma lo bailaban abrazados los hombres con las mujeres y los niños, formando un gran círculo para entrar en contacto con el mundo del cielo, al que también se llega con la muerte.

Los siguientes cantos llevaron al público del Orinoco de la Mater Natura al universo de Tonantzin que en Nahutl (la lengua del Imperio Azteca) significa 'nuestra madre'. Luego llegaría Convidando está la noche, pieza con el ritmo característico de la danza mexicana de la guaracha.

Las siguientes piezas transportaban al público a la catedral de Bogotá. Eran dos cantos a la Virgen. El primero, De una virgen Hermosa, precedido de la Bergamasca, un villancico de Juan de Dios Torres, con letra de Lope de Vega del archivo musical de la Catedral. La segunda, Hoy nace una clara estrella, era otro villancico relatando el nacimiento de María, texto también de Lope de Vega con música de compositor anónimo Colombiano.

La segunda parte del programa lo constituía, en su mayoría, un repertorio de finales de siglo XVIII: el Códice Trujillo de Martínez Compañón. Luego llegaría Baile de danzantes, en forma de contradanza, baile de carácter abiertamente popular que pone en escena a varios danzantes con espada en mano (de madera). También llegaría la Tonada El Diamante, una sentimental evocación del llanto y sufrimiento de los indígenas de la región de Chachapoyas. Seguía la Tonada El Huicho de Chachapoyas, interesante pieza, único vestigio de una antigua lengua desaparecida.

La Tonada El Palomo del pueblo, era una canción de amor y de insumisión mientras que la Tonada El Tupamaro, era un canto que se refería a los terribles hechos de la rebelión de 1781, cuyo líder era José Gabriel Condorcanqui, Tupac Amaru II y la Tonada es un ceremonial conmemorativo de su muerte.

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