La gran cantaora Sonia Miranda presenta el día 21 de abril en el Teatro Auditorio de Roquetas su segundo disco Casita del panaero. La artista lleva más de diez años dedicada plenamente al flamenco y atraviesa un gran momento artístico. Es una excelente artista, gran persona y una magnífica madre.

-Llega ya el segundo trabajo discográfico. ¡Qué alegría más grande después de tantos años dedicada al flamenco!

-Siempre es una alegría, cuando el trabajo se ha terminado, pero también da algo de miedo, es una sensación de incertidumbre, cuando el disco ya esta en las manos de la gente, no sé, parece que se "escapa". Llevaba ya un tiempo teniendo cosas que expresar, y como yo lo hago mediante el cante, me decidí a sacar este segundo trabajo.

-'Casita del panaero', un título que resulta muy emotivo, ya que recuerda a su propia casa, ya que su padre era panadero. Como decide poner ese título al disco.

-Estuve rondando varios, pero en una de la letras de la soleá, le canto a mi hermana, y me vinieron a la cabeza esos tiempos donde yo trabajé también en la panadería, y es una manera de agradecimiento y reconocimiento a mis orígenes y como no, a mi padre. También tiene de particular, que durante la grabación de este disco, nos ha pasado casi de todo, y en eso, también coincide con las historias de la panadería.

-Intuyo que hay mucha emoción y mucho sentimiento en este nuevo trabajo. ¿Qué diferencias se pueden advertir en este trabajo con respecto a 'Garabato', su primer disco?

-Garabato era eso, un primer trazo, llevada por la ilusión y la emoción, como ya expresé en su momento lo más parecido a cuando un niño empieza a hacer sus primeros dibujos. En este segundo disco sigo siendo una aprendiz, pero se ha hecho con más sosiego, yo he estado mucho más involucrada en la producción, y he querido que cada músico que está presente también lo estuviera. Por supuesto que está la emoción, porque en mi caso, es mi motor para cantar.

-¿Qué ha incluido en este nuevo trabajo que estrena en Roquetas de Mar?

-Nueve temas, uno de ellos en homenaje expreso a Fernando Terremoto, y muchos apuntes de cantaores que han influido en mi y que ya no están entre nosotros.

-¿Qué significa el municipio de Roquetas en su vida, Sonia?

-Es la tierra de mis hijos, no sé si puede decir más, y por tanto la mía, no tengo palabras para agradecer el trato que han tenido conmigo desde que vine a esta tierra, en realidad guiada por otra pasión que no era el cante, y sin saber muy bien donde venía. Al final he dado con esta tierra maravillosa, llena de luz, acogedora y de unas gentes que nunca me han hecho sentirme extraña. Además participo en el taller de flamenco que hay en la Escuela de Música, al que le tengo un cariño especial, donde se fomenta el cante, la guitarra y la percusión y que creo que se debería fomentar en toda Andalucía, ya que el flamenco es uno de nuestros símbolos de identidad

-Se nota la madurez artística con el paso de los años. ¿Cuando echa la vista atrás qué piensa?

-Yo no noto nada. Sólo pienso que soy una afortunada por poder dedicarme a lo que me gusta, y sobre todo trato de disfrutar de esta profesión, miro más atrás que adelante, pero para mirar a los que han hecho tanto por el flamenco.

-¿Considera que su carrera está siguiendo el curso que se propuso cuando empezó a cantar?

-Mientras siga con ilusión, sí. No me planteé en ese momento ninguna meta concreta, ni ahora tampoco, solo aprender y disfrutar.

-¿Se considera una artista con suerte?

-Ya he comentado antes que me siento afortunada por vivir de lo que me gusta, no confío tanto en la suerte como en el trabajo diario, aunque he de reconocer que estar a veces en el sitio y lugar preciso te puede ayudar, pero para estar mucho tiempo en una profesión se necesitan más cosas que suerte, yo me siento afortunada.

-¿Qué le pide al futuro?

-En lo profesional, no perder la ilusión y en lo personal, salud para los míos.

-Una vez presentado este disco, qué proyectos más inmediatos tiene.

-Con la presentación ya tengo bastante, estamos tratando de presentarlo en otras ciudades, pero ahora mismo y en lo inmediato está sólo presentación en el Auditorio de Roquetas de Mar.

-Aunque es sevillana, su corazón ya tiene mucho de almeriense. Esta tierra es muy prolífica en cantaores, guitarristas y bailaores. Imagino que se siente como en casa y además tiene grandes amigos artistas de esta tierra.

-Soy sevillana de nacimiento pero la mayoría de mi carrera artística se ha hecho en Almería. Lo he querido reflejar en este disco y lo hago de muchas formas, hay títulos y letras dedicadas a Almería y sobretodo he hecho un disco Made in Almería. La mayoría de la producción la he hecho con la ayuda de dos músicos almerienses, Francis Hernández y Antonio Luis López, amigos y compañeros del Conservatorio. Además no hace falta salir de Almería para encontrar un estudio de grabación con los mayores avances técnicos, aquí los tiene Studio Villalobos. Si tengo grandes amigos, hay una gran afición en Almería, y una peña reconocida en todo el mundo flamenco como la Peña el Taranto, donde si que me siento como en mi casa, aunque no deje de causarme un respeto enorme cada vez que canto allí.

-Tiene una vida muy organizada ya que vive para sus hijos, para el flamenco y para sus clases que imparte en la Escuela de Música.

-Sí, no es fácil compaginar todo, pero lo primero, lo segundo y lo tercero es mi familia, después está todo lo demás.

-Atraviesa quizás ahora el mejor momento artístico desde que empezara en su tierra.

-Para mí, el presente siempre es el mejor momento.

-¿Tiene ya planteado como será el espectáculo para estrenar el nuevo disco?

-Si es la puesta en escena del disco, lo tengo clarísimo, aunque cada 10 minutos cambie de opinión. ¡Qué nervios ! Lo mejor será ir a verlo.