Cultura

Rafael Trobat estrena en el CAF una exposición con su visión sobre Nicaragua

  • El autor, iniciado por García Rodero, huye de exotismospara ofrecer una mirada exenta de estereotipos

Una de las mejores exposiciones de fotografía que el Centro Andaluz de la Fotografía haya producido nunca se inauguró ayer en Almería. Se trata de un trabajo que ha durado 18 años y que ha salido de la cámara de Rafael Trobat, un discípulo de Cristina García Rodero, al que se puede considerar un maestro de la fotografía.

La muestra titulada Aquí, junto al agua. Nicaragua, ofrece un retrato social de este país a través de ochenta imágenes en blanco y negro, de gran formato. Su autor, que comenzó en el arte fotográfico como ayudante de García Rodero, ha utilizado la transición política de este país como telón de fondo para realizar un análisis social, en el que además huye de exotismos y lugares comunes en su afán de brindar una mirada libre de estereotipos.

Al acto de inauguración, en el que se presentó además la publicación que acompaña la exposición coeditada por Lunweg Editores, acudió el director general de Museos y Arte Emergente, Pablo Suárez; el director del CAF, Pablo Juliá; la delegada de Cultura, Yolanda Callejón; el fotógrafo, Rafael Trobat; y el comisario de la exposición, Alejandro Castellote.

Esta selección de ochenta imágenes en blanco y negro es fruto del trabajo realizado en un momento clave de la historia del país centroamericano: el fin de la Revolución Popular Sandinista y el comienzo de una etapa de transición que el autor utiliza como telón de fondo para realizar un retrato de la sociedad nicaragüense.

Para Alejandro Castellote, comisario de la exposición, "Trobat despliega una mirada cómplice hacia un pueblo de poderosa personalidad que celebra la vida por encima de los numerosos conflictos bélicos y catástrofes naturales que han acompañado su historia reciente".

Sus imágenes plantean un recorrido transversal por la vida cotidiana de los nicaragüenses, eligiendo personajes anónimos que ilustran el profundo mestizaje cultural del país, siempre con el afán de ofrecer un relato desde dentro, limpiando la mirada de estereotipos y huyendo de exotismos y lugares comunes.

En palabras de Castellote, la obra de Rafael Trobat "se inscribe en la estela de los grandes fotógrafos humanistas y se ha situado como una de las más honestas y vibrantes del documentalismo español, en sus fotografías se yuxtapone el rigor conceptual y formal que Koudelka hereda de Cartier-Bresson, la mirada crítica e inteligente que utiliza Robert Frank para diseccionar la sociedad norteamericana, o el retrato que realiza García Rodero del universo dual del ser humano, que fluye entre la tragedia y la celebración eufórica de la vida".

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