Cultura

Simón Hernández publica 'No hay nadie en el espejo'

El joven escritor carbonero, Simón Hernández, está teniendo un gran éxito con su libro de poesía No hay nadie en el espejo. Las balas del tiempo, el fondo de la botella, la insolvencia de la cama, la ironía de la crisis y muchos nombres forman el hostal donde duermen las musas del joven carbonero. Simón abre las puertas de su realidad para invitar a los lectores a ser grandes espectadores de sus pequeños placeres.

La soledad y el olvido, interrogar a la culpa, despistar al sueño, sobornar al invierno, la ciudad de los espejos, la inocencia y el recuerdo, todo lo que habita en la obra sentimental del poeta crea su obra literaria.

"Cuando nos daban por muertos hemos demostrado que nuestra ilusión no se alquila, que estamos aquí y que seguiremos defendiendo la vida". Así habla el joven carbonero de los poetas de ahora.

"Los que nos gobiernan saben que si el pueblo no manda en sus tripas difícilmente podrá alimentar su esperanza. La poesía, el arte y la cultura son más necesarios que nunca para defender nuestro derecho a la vida desde el deber de vivirla".

El autor confiesa que "el tiempo es un asesino y el corazón tiene mucho que decir pero no todo el mundo está dispuesto a escucharlo. Cuando leo estos poemas lo único que tengo claro es que yo y mi pasado tenemos una relación estable, no me arrepiento de nada. Cuando escribo no me tiembla ni el corazón ni la mano. No hay nadie en el espejo es un reflejo de cómo la poesía es espejo y metralleta.

No olvida el poeta su compromiso con el oficio del corazón. "En este libro hay una baraja de nombres, entre ellos mis grandes amores, mis amigos, mi familia y el más Don de todos los Franciscos, mi abuelo. Como no soy propietario de nada ni de nadie solo me queda guardarlos en un poema, ellos siempre están en un rinconcito de mi recuerdo". Una obra fascinante que está teniendo una buena critica.

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