Cultura

Una pintura de Tamayo Serrano es la nueva obra invitada del Museo de Arte ‘Doña Pakyta’

  • Perteneciente a la Colección Museo Ibáñez de Olula del Río, se podrá visitar en la capital hasta el próximo 24 de febrero

Una pintura de Tamayo Serrano, obra invitada del Museo de Arte ‘Doña Pakyta’

Una pintura de Tamayo Serrano, obra invitada del Museo de Arte ‘Doña Pakyta’ / Diario de Almería

El Museo de Arte ‘Doña Pakyta’ renovará esta semana sus secciones temporales, en el marco del ‘Invierno Cultural’ del Área de Cultura, Educación y Tradiciones del Ayuntamiento de Almería. La primera de ellas es ‘la obra invitada’, que estará protagonizada hasta el 24 de febrero por ‘Campesina’, un óleo sobre lienzo de 1925 firmado por José María Tamayo Serrano (Úbeda, 1888-Almería, 1975). La obra pertenece a la Colección Museo Ibáñez de Olula del Río.

Tras superar con éxito la prueba de ingreso, José María Tamayo inició en el otoño de 1907 su formación académica en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado de Madrid. Una institución en la que, becado por la Diputación Provincial de Jaén y bajo la tutela de profesores como Muñoz Degrain, Manuel Garnelo o Emilio Sala, finalizó sus estudios en el curso 1913-1914.

Incansable y aplicado, lo que le llevó a conseguir numerosos premios y medallas en las más diversas asignaturas, en 1916 alcanzó, mediante oposición, la plaza de Profesor Meritorio de Dibujo de la Escuela de Artes y Oficios de Madrid. Puesto que abandonó tras obtener plaza como Profesor de Dibujo de las Escuelas Normales de Maestros y Maestras en la ciudad del Santo Reino.

El director del Museo de Arte, Juan Manuel Martín Robles, apunto sobre el autor que fue “un magnífico dibujante, excelente retratista –lo que le llevó a obtener numerosos encargos públicos, como el del Retrato de Alfonso XIII solicitado por el Ayuntamiento de Úbeda en 1927, y privados–, creador de escenas de cuidada composición y tipos de moderna factura –como la Campesina que ahora se presenta en el Museo de Arte Doña Pakyta–, y buen paisajista, género en el que mostró siempre su amor por la luz y la naturaleza”.

Aunque no fue un artista asiduo a exposiciones certámenes, a lo largo de su dilatada carrera profesional organizó diversas exposiciones individuales –en Madrid, Jaén y Valladolid– y concurrió a varias muestras de relevancia, como las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de 1924 –donde expuso Nostalgia y Ermita andaluza– y 1926, la Exposición de Otoño organizada en 1932 en Madrid o la Exposición de Primavera organizada por el Ateneo de Sevilla en 1966.

Sobre su obra destacaría el crítico J. Guillot Carratalá en el Diario de Madrid que “la pintura de Tamayo pertenece a la escuela normal moderna de Cabrera, J. Benlliure, Simonet…, que sin rebuscamiento de temas ideológicos desarrolla todos los problemas con la sencillez que la realidad de los objetos marca”.

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